Hunt. Caza al espía (2022), de Lee Jung-Jae

Ejemplar muestra de política ficción que pivota sobre la división y enfrentamiento entre las dos Coreas, y ubicada temporalmente en la década de los 80 del siglo XX. Sobre este tema, aunque jugando en la frontera, pero con las mismas coordenadas de altos valores de producción, ya hace un par de décadas Park Chan-wook sorprendió con uno de sus primeros filmes, JSA (Joint Security Area). Ahora toma el relevo Lee Jung-Jae en su debut como director, que se reserva un papel protagonista, y que se hizo popularísimo gracias a la serie El juego del calamar.

En Corea del Sur hay un presidente impuesto por los militares, y que cuenta con el apoyo de Washington frente a la dictadura de los comunistas que domina en el Norte. Tras un intento de magnicidio frente a la embajada de Corea del Sur en Estados Unidos, es necesario dar enseguida con un chivo expiatorio, porque las presiones de arriba son grandes. De modo que Park y Kim, dos agentes de las agencias rivales, la de Internacional y la de Interior, tratan de dar con el topo que pasa información a Corea del Norte, y en efecto, en ambos casos hay movimientos sospechosos que hacen dudar de la lealtad al presidente de Corea del Sur; el primero cuida de la hija de un antiguo confidente que fue asesinado cuando servía en Tokio; y el otro estuvo a las órdenes de un general ahora retirado, y ahora alto directivo de la empresa Jupiter donde hay un tufillo a corrupción bastante grande.

Lee Jung-Jae, director, guionista y protagonista, logra imprimir un ritmo trepidante al film, no hay apenas un instante de resuello. Y aunque la trama resulta algo embarullada, sabe jugar con giros sorpresivos, planteando que en el juego de la alta política los que parecen tener capacidad de acción pueden ser simples peones, aunque también es sabido que en el ajedrez los peones pueden coronar y convertirse en reinas.

El film de más de dos horas está enmarcado inteligentemente en sendos atentados presidenciales, y entre medias Jung-Jae sabe componer el lado humano de los personajes, jugando con la rivalidad de Park y Kim y sus motivaciones, bien interpretados por Jung-Jae y Jung Woo-Sung. Las escenas de acción son sencillamente espectaculares, vistosas persecuciones y juegos de artificio, en los que sabe jugar con la tensión y romper un poco el saque.