
Park Chan-wook
60 añosPremios: 2 Festival de Cannes Ver más
Mr. Venganzas
Su cine se distingue por la enorme potencia visual –que da pie a imágenes tan arriesgadas como eficaces– y por la recreación de atmósferas retorcidas. Obsesionado por el tema de la venganza, Park Chan-wook es uno de los grandes nombres del cine surcoreano actual junto con Bong Joon-ho, Kim Ki-Duk, y otros, y uno de los que más ha contribuido a que éste se haya puesto de moda.
Nacido el 23 de agosto de 1963 en Seúl, Park Chan-wook estudió Filosofía en la Universidad de Sogang. En el campus organizó un cine-club que tuvo un enorme éxito entre sus compañeros. Por aquella época aspiraba a convertirse en crítico de arte, hasta que vio De entre los muertos (Vértigo), de Alfred Hitchcock, que le impresionó tanto que supo que lo que realmente quería era ser cineasta.
Cuando acabó sus estudios empezó a escribir artículos sobre cine en diversas revistas, hasta que consiguió que le aceptaran como ayudante de dirección en diversas producciones de su país.
Finalmente, Park Chan-wook debutó en el cine con Moon Is the Sun's Dream, de 1992, también escrita por él, sobre un gángster que se fuga con la novia de su jefe. No tuvo ningún éxito, al igual que Saminjo –con un saxofonista, un simplón violento y una madre soltera que forman una banda criminal–y Anakiseuteu Anarchists –en torno a un grupo de anarquistas coreanos de los años 20–.
Con tanto fracaso acumulado, parecía que el realizador no iba a despegar. Finalmente, la carrera de Park Chan-wook dio un giro en 2000, cuando dirigió JSA (Joint Security Area), en la que dos soldados norcoreanos aparecen muertos en el área de seguridad de la frontera entre las dos Coreas, lo que aumenta la tensión entre ambos países. Se convirtió en el film más taquillero de la historia de su país.
El éxito de la cinta le dio a Park Chan-wook la posibilidad de rodar su siguiente proyecto al margen de las grandes productoras coreanas, con independencia absoluta. Se trata de Sympathy For Mr. Vengeance, sobre un joven sordomudo que secuestra con su novia a un importante hombre de negocios. Inicia la llamada “Trilogía de la venganza”.
Le sigue Oldboy, su mayor éxito internacional, de argumento retorcido, pero fascinante, en torno a un tipo que busca a las personas que le han secuestrado durante quince años. Obtuvo el Gran Premio del Jurado en Cannes, aunque Quentin Tarantino, fan apasionado de Park Chan-wook, que ejercía como presidente del Jurado, presionó hasta el último minuto para que le dieran la Palma de Oro, que finalmente fue a parar –con grandes dosis de motivación política– a Fahrenheit 9/11, la cruzada anti-Bush de Michael Moore.
Spike Lee ha rodado el remake en inglés, con Samuel L. Jackson, Josh Brolin y Elizabeth Olsen. "Me siento muy halagado de que se haya hecho una versión americana del film, porque ahora la historia llegará a más gente", ha comentado Park Chan-wook. Existe también una versión apócrifa india titulada Zindia. "En el festival de Berlín un estudiante indio se me acercó para regalarme una copia en DVD. Le pregunté cuántos números musicales habían puesto y me contestó que ninguno. Así que me sentí tan decepcionado que se me quitaron todas las ganas de verla", explicó el realizador.
El tríptico sobre la venganza de Park Chan-wook se cierra con la también visualmente brillante Sympathy for Lady Vengeance, sobre una mujer que sale de la cárcel tras cumplir condena injustamente, por lo que perseguirá al verdadero culpable. "Me han acusado mucho de repetir el mismo tema en tres películas, pero pienso que son muy diferentes entre sí. Simpathy for Mr. Vengeance tenía como tema de fondo el trauma de la separación entre las dos Coreas. Oldboy quería imitar a la mitología clásica, con la figura de un héroe prototípico. Y Simpathy for Lady Vengeance es una crítica a todo lo que no me gusta de la sociedad surcoreana".
Con la poética y romántica Soy un cyborg, sobre una joven internada en un psiquiátrico porque cree que es un ser cibernético, Park Chan-wook ganó en el Festival de Berlín el premio Alfred Bauer, nombrado en honor al fundador del certamen, y que distingue la innovación cinematográfica. Por contra, decepcionó con su incursión en el género vampírico, Thirst, sobre un sacerdote que se ofrece como voluntario para que unos científicos le inoculen un virus que están desarrollando.
Rechazó dirigir en Hollywood el remake de Posesión infernal. "La película original me gusta demasiado y dije que no. Pero no sé cómo se ha hecho pública la información, porque sólo lo sabíamos Sam Raimi y yo, y hablamos del tema únicamente mediante mails privados. Que alguien le diga a Raimi que no fui yo". Pero después, Park Chan-wook ha debutado en la meca del cine con Stoker, llena de guiños 'hitchcockianos', con grandes estrellas internacionales en el reparto: Nicole Kidman, Mia Wasikowska, Matthew Goode y Dermot Mulroney. Sigue el periplo de una joven desconsolada porque el día que cumple 18 años, su padre fallece carbonizado accidentalmente. "Acepté finalmente ir a Hollywood porque me ofrecieron un buen guión, y me habría trasladado a Nueva Zelanda si hubiera sido necesario", comenta el realizador.
Premios
Ganador de 1 premio
- Dirección Decision to Leave
Ganador de 1 premio
- Premio del Jurado Thirst