Intocables (2019), de Didier Bivel

Daphné es feliz en su matrimonio. Su esposo Maxime es un hombre ideal, atento y cuidadoso, tanto con ella como con sus hijas. Por eso, cuando Charlotte, su hija mayor, le comunica a su madre que ha sufrido abusos por parte de su marido, Daphné se siente incapaz de darle crédito. Sin embargo, las sospechas acaban por ser demasiado insistentes, hasta que la abochornada Daphné comprueba la cruda realidad. Lo peor es que cuando quiere acudir a la policía, ésta no le cree debido a que Maxime se ha adelantado para poner a Daphné en contra de sus hijas.

Correcta adaptación de la novela de Mathieu Menegaux, que narra terribles hechos reales. Se trata de una producción televisiva bien rodada, con un desarrollo de los hechos verosímil, también en cuanto a las reacciones de los personajes, sus dudas y desesperaciones (mención especial para los padres de él) y que va del drama a algo parecido al thriller. Cuenta además con buenos actores, encabezados por la intensa Odile Vuillemin y por Loïc Corbery. Pero también están muy bien las niñas y el veterano Didier Flamand en el papel del abuelo.