Totò e i re di Roma

Pappalardo es un funcionario archivero, sin estudios y padre de familia numerosa, que no logra ascender en su escalafón a pesar de que se esfuerza. La dificultad para encontrar un expediente que reclama un engolado maestro, le pone en apuros ante su superior, quien empieza a acumular elementos en su contra, que podrían costarle incluso la pérdida del trabajo.

Divertidísima comedia del dúo Steno-Mario Monicelli, con protagonismo del gran Totò incluso en el título. El film contiene abundantes elementos de picaresca, con punzantes, y al tiempo, amables, pullas a la idiosincrasia latina. Se ponen así en la picota costumbres inveteradas como la de criticar las actitudes prepotentes de los superiores, a sus espaldas, para luego hacerles reverencias cuando están delante, algo que queda de manifiesto en esa huelga que nadie secunda. El papagayo da mucho juego, y Alberto Sordi compone un maestro odioso, que era de lo que se trataba. Como en otros títulos de ese período, Monicelli y Steno se las arreglan para cambiar el paso divertido de la trama, por otro más melancólico y de crítica social. Sucede en el pasaje en que Pappalardo acude a un examen para obtener el graduado escolar, donde hace una emotiva declaración de intenciones, referente a su necesidad de sacar adelante a la familia. El film toma como punto de partida dos cuentos de Anton Chejov, “La muerte del funcionario” y “Examen de ascenso”.