El resort (2022), de Ben Sinclair

El resort Bahía del Paraíso recibe a Emma y Noah, un joven matrimonio que llega a esa zona de la Riviera Maya para volver a encontrar alicientes a su relación. Es sobre todo Emma la que nota cansancio, un cierto vacío existencial tras diez años de matrimonio. En una de las excursiones planeadas Emma sufre un percance que le lleva a encontrar un viejo teléfono móvil en la selva. Intrigada, se lo contará a su marido y ambos se pondrán a investigar. Pronto descubren que pertenecía a Sam, un turista que desaparecío quince años atrás mientras pasaba unos días en un resort cercano, el Oceana Vista, ahora abandonado tras ser destrozado por un huracán.

No deja de resultar curioso que se estrenen prácticamente a la vez dos series de temáticas tan parecidas. Debe ser cosa de la guerra del streaming. El caso es que El resort tiene numerosos puntos en común con Saint X, pues ambas series tienen como localización principal un resort caribeño, un misterio por descubrir acontecido en el pasado, una mujer que investiga y una estructura narrativa que se reparte entre dos hilos, uno que tiene lugar en el presente y otro diferente en donde se narran los hechos del pasado conforme éstos se van dilucidando en el presente. El resort tiene, eso sí, un enfoque claramente cómico y desenfadado, unido a una crisis de pareja que da juego para mucha palabrería, risas y discusiones que complementan los diferentes pasos en la investigación.

El creador Andy Siara vuelve a echar mano de la vis cómica de la menuda Cristin Milioti, tras ese singular producto llamado Palm Springs. Tiene cierta gracia que para superar su estado de desidia y aburrimiento matrimonial, la protagonista emprenda una alocada aventura por echar luz a acontecimientos que sucedieron muchos años atrás, sin ningún motivo, y que su asombrado marido se vea obligado a “entrar” en la búsqueda si no quiere verse relegado en unas vacaciones diseñadas supuestamente para reencontrar su amor.

A lo largo de ocho episodios de una media hora de duración, el guión de El resort irá liándose cada vez más y las cosas no serán como parecen. Por lo demás destaca el cuidado montaje, especialmente llamativo en alguna secuencia en dos tiempos, como la del descubrimiento de la habitación del tarambana dueño del resort Oceana Vista. Acompañan a la estupenda Milioti intérpretes eficaces, el primero de ellos William Jackson Harper en el papel de su equilibrado esposo Noah, que no da crédito a los líos en que le mete su mujer. Y también está convincente Luis Gerardo Méndez como el misterioso Baltasar Frías.