El verano en que me enamoré (2ª temporada) (2023), de Zoe Cassavetes

Conrad y Jeremiah convencieron a su madre, la enferma terminal de cáncer Susannah, para que se sometiera a un tratamiento experimental y luchara para seguir viva junto a ellos. Cuando llega el verano regresa a su casa Belly, la chica cuyo amor se disputan ambos, acompañada de su hermano Steven y de su progenitora Laurel, la mejor amiga de Susannah. Por desgracia también aparece en el lugar Juliah, tía de Conrad y Jeremiah, que quiere vender la casa donde pasan los veranos…

Ocho nuevos capítulos de la serie juvenil basada en una novela de Jenny Han. Quizás todo resulte un tanto convencional, pero está trazado con pericia para conquistar a su “target”, con intensas iniciaciones adolescentes al amor, grupos de amigos idílicos, fiestas veraniegas, los cambios que trae consigo el paso a la edad adulta, etc., aunque también se ha captado el lado amargo, con el descubrimiento del dolor, el paso del tiempo, y la certeza de la muerte.

En la tanda anterior, parecía que Susannah se había decidido finalmente por Conrad, pero aquí cobra más importancia Jeremiah, por lo que se genera cierto suspense, no se sabe cómo puede acabar la cosa. Ha aumentado el número de secundarios, sobre todo entre los integrantes de la pandilla de los protas, por lo que se echa de menos algo de espacio para contar más cosas de cada uno. En cualquier caso, la propuesta logra su propósito. Lola Tung (Belly) vuelve a cumplir, al igual que el resto de actores principales, mientras que entre los recién llegados se debe citar a Kyra Sedgwick (Julia), y la joven desconocida Elisie Fisher (Skye, hija de esta última).