Ozark (4ª temporada) (2022), de Andrew Bernstein

Última temporada de esta prestigiosa serie estadounidense ambientada en las inmediaciones del lago Ozark, en el medio oeste norteamericano, en donde la familia Byrde –padres y dos hijos– se vio obligada a trasladarse desde Chicago debido a su imprevista asociación con un cartel de la droga mexicano. Creada por Bill Dubuque y Mark Williams, cuenta como productor ejecutivo con el propio Jason Bateman, protagonista de la serie con un personaje formidable y sorprendente, muy diferente del tipo de rol con el que se asociaba antes a este actor, ubicado casi siempre en papeles de comedia. Como a veces es habitual en las series más demandadas, esta cuarta y última temporada tiene más capítulos de los habituales (14 en lugar de 10), pero repartidos en dos dos partes estrenadas con diferencia de tiempo..

Retomamos la historia cuando Ruth Langmore ya ha puesto fin a su asociación con Marty Byrde en la gestión del casino y se ha aliado con la rarita y peligrosa Darlene Snell, que pretende darle un empujón a su negocio de drogas local. Por su parte, el jefe del cartel Omar Navarro quiere retirarse, dejar el negocio de la mejor manera, de modo que obliga a sus "socios" Marty y Wendy a limpiar su nombre (algo casi imposible), con la ayuda de la agente del FBI Maya Miller. A esto hay que sumar los problemas familiares de los Byrde, pues pesa mucho la muerte del tío Ben, lo que provoca una guerra entre Wendy y su hijo adolescente Jonah. Mientras, Wendy hace tratos con una farmacéutica para dar salida a los productos de Omar, pero el sobrino de éste, un tipo de lo más peligroso, pondrá en problemas a los Byrde.

El guión, marca de la casa de la serie, vuelve a ser decisivo a la hora de valorar la calidad de Ozark. Las subtramas se ensamblan con asombrosa naturalidad, como en la vida misma, sin situaciones forzadas artificialmente. Los Byrde siguen siendo cercanos e implican al espectador con sus problemas, sus diversos puntos de vista, sus miedos, al tiempo que luchan por mantener unida a la familia, lo que no es precisamente fácil, más aún cuando viven constantemente en filo de la navaja en un ambiente criminal en donde han de lidiar con todo tipo de delitos económicos, ideando todo tipo de artimañas inmorales (aquí Wendy siempre parece ir un paso por delante) y, por supuesto, con la violencia presente en el mundo de la droga.

Sigue siendo la mar de interesante el modo en que Marty Byrde logra sus propósitos en las situaciones más peliagudas, en un ejercicio reiterado de escapismo que pone de manifiesto una inteligencia extraordinaria capaz de decidir con una rapidez asombrosa en momentos de enorme presión. Jason Bateman borda sencillamente su papel, pero también está magnífica Laura Linney en el rol de su mujer Wendy, que emula a su marido con su sangre fría y su capacidad de maquinar planes ambiciosos con personalidades influyentes de la política o los negocios. Y los demás intépretes principales también funcionan bien, en la línea de otras temporadas, como Julia Garner (Ruth), Skylar Gaertner (Jonah) y Sofia Hublitz (Charlotte).