Dr. Death (2021), de Maggie Kiley

Miniserie de Peacock basada en una historia real, la del neurocirujano Christopher Duntsch, acusado de mala praxis médica tras la muerte de alguno de sus pacientes y los daños permanentes infligidos a un buen número de ellos. Tiene detrás a Patrick Macmanus, que ha participado en series como Marco Polo y Homecoming.

A lo largo de ocho capítulos, y con frecuentes saltos temporales, seguimos a Duntsch, contratado por un hospital en Dallas donde ha presentado un currículum impecable que le capacita para hacer operaciones de columna no muy invasivas, y que suelen tener alto porcentaje de éxito. Pero no es el caso del neurocirujano, que deja estupefactos a sus ayudantes y a los otros médicos con modos de hacer muy poco profesionales. Dos colegas, los doctores Randall Kirby y Robert Henderson, apoyarán los esfuerzos de la fiscalía para llevarlo ante los tribunales por grave negligencia médica. Y en efecto, en los flash-backs descubrimos a un Duntsch que deseaba ser jugador de fútbol americano en la universidad, pero tuvo que cambiar sus planes reconduciéndose a la medicina; que tiene preocupantes adicciones; y que en sus relaciones sentimentales no parece muy responsable a la hora de asumir su próxima paternidad.

Como resulta tradicional en las series hospitalarias, se aborda la importante responsabilidad de los profesionales sanitarios, en sus manos está la salud de sus pacientes, y aunque nadie es perfecto, deben esforzarse por hacer lo mejor posible su trabajo; y al mismo tiempo deben saber tratarles con humanidad, no es lo mismo reparar el cuerpo de un ser humano que su automóvil. La paradoja en el caso de Duntsch es que en él conviven una personalidad empática, con la que se camela a pacientes y personal hospitalario, con la realidad de que es un auténtico chapuzas a la hora de manejarse en el quirófano, e incluso acude a él bajo la influencia de la droga. Todo esto, por supuesto, tiene consecuencias negativas en su vida personal.

También se señala cómo los mecanismos laborales y legales pueden fallar a la hora de retirar de la práctica profesional a quien no sirve. Pueden pesar razones como el corporativismo, cuesta denunciar a un compañero. Y en fin, a la hora de ir a los tribunales, también pueden entrar en juego el cálculo o la ambición de tener éxito en un caso vistoso.

La serie tiene un vistoso reparto. Joshua Jackson, que ha hecho importantes papeles en series como Fringe y The Affair, es perfecto para encarnar lo que no deja de ser una doble personalidad tipo Dr. Jekyll/Mr. Hyde. Y está muy bien arropado por Alec Baldwin y Christian Slater, los otros doctores, Dominic Burgess, su amigo de la universidad, Molly Griggs y Grace Gummer, las mujeres de su vida, y AnnaSophia Robb, la ayudante del fiscal.