Hasta el cielo: La serie (2023), de Daniel Calparsoro

Serie creada por Daniel Calparsoro y Jorge Guerricaechevarría, que constituye la secuela de la película de ambos, Hasta el cielo, y en la que repiten la mayoría de los personajes, básicamente los que no están es porque morían en dicho film, aunque siempre nos quedarán sus tumbas. Consta de 7 capítulos en torno a los 40 minutos, y bien podría ser un film para salas, aunque ya se ve que cada vez se confía menos en este modo de estrenar ficciones audiovisuales.

Sin el padre de su hijo, ni la amante de éste, Sole, hija del capo Rogelio, trata de llevar a cabo actividades delictivas demostrando que puede valerse por sí misma, sin el apoyo masculino de su progenitor. De modo que trata de arreglarse en sus tejemanejes con la mafia china, y buscar nuevas actividades criminales robando museos o metiéndose en el narcotráfico. Confía para ello en su abogada Mercedes, que juega con varias barajas. Además, se liará con un nuevo delincuente Fernan, que es un topo de la policía que informa a Duque. Mientras que otro veterano policía, Ferrán, sigue proporcionando información a Rogelio.

Guerricaechevarría repite en una serie tras su trabajo con Álex de la Iglesia en 30 monedas. Y lo hace con uno de sus directores habituales, Calparsoro, con la intención de que su ficción siga dando pie a nuevas temporadas. De nuevo estamos ante una trama criminal urbana y quinqui, pero estirada en demasía, como siguiendo a la letra una receta con ingredientes de obligado uso, de modo que tenemos elementos propios de culebrón, con ciertos descubrimientos de paternidades desconocidas, y romances para sonsacar información, uno hetero y otro lésbico, guiño, bastante forzado, a eso que ahora llaman diversidad. Todo atravesado de feminismo, ellas mandan.

Da la impresión de que si se hubieran esforzado los creadores en una trama de hierro para un film de hora y media, la cosa habría funcionado mejor que con la entrega de lo que aparece como una acumulación de situaciones deslavazadas, excusa para vistosas escenas de acción, ya sea la de arranque de persecución automovilística en la carretera con lanzamiento de jamones pata negra, la del robo en París, o la del clímax en Lagos, Nigeria. Los personajes tienen poco peso específico, y en ocasiones se acercan demasiado a estereotipos mil veces vistos. Asia Ortega es la reina de la función, pero la actriz da para lo que da, Patricia Vico lo hace bien, pero su personaje evoluciona mal y su actuación se resiente, y no se aprovecha suficientemente a los veteranos, Luis Tosar, Fernando Cayo y Tomás del Estal.