Solo asesinatos en el edificio (2ª temporada)

Segunda temporada de Solo asesinatos en el edificio, serie de diez capítulos de media hora, que seguía a tres neoyorquinos residentes en el mismo inmueble en Upper East Side, los entrados en edad Charles-Haden Savage y Oliver Putnam, el primero actor, el otro autor de musicales, ambos retirados, y la joven Mabel Mora, unidos por un asesinato que remitía a otro ocurrido una década anterior, lo que les llevaba a poner en práctica como protagonistas, su gran pasión, los podcasts de crímenes. El caso se resolvía, pero terminaba con un “cliffhanger”, un nuevo asesinato, la casera del edificio Bunny, y la sensación de que Mabel era la autora del crimen.

La nueva tanda de episodios sigue el mismo esquema de sus predecesores, un nuevo caso que da pie a un nuevo podcast de los tres amigos, secretos que no acaban de desvelarse entre sí inmediatamente Charles, Oliver y Nora –el primero sigue visitando a su novia que terminó en la cárcel, al segundo le surgen dudas acerca de su paternidad, la tercera ha iniciado una relación sentimental con una artista–, un famoso haciendo de sí misma, en este caso Amy Schumer, una actriz veterana de campanillas, Shirley MacLaine, o la introducción de nuevos personajes como la nueva casera o la hija de Charles. Y se vuelve a recurrir a la voz en off de personajes que van cambiando como narradores del episodio.

Steve Martin y John Hoffman saben sacar partido tragicómico a la trama de “whodunit”, enredando la madeja, y hay ideas ingeniosas, y habilidad para cambiar el tono, sorprende por ejemplo conocer un poco más a Bunny, que siempre aparentaba ser una arpía seca, pero que también tiene su corazoncito, o ver a la hija de Charles hablando una jerga de millennial o tal vez de generación Z, absolutamente incomprensible incluso para Mabel. Otros planteamientos están más traídos por los pelos, sorprende así que se hayan despachado a Óscar, que parecía coladito por Norma, y que ésta ahora se acueste con una mujer, nada nos ha preparado para ello. Aunque justo es reconocer que la trama juega todo el tiempo con giros sorprendentes y elementos conscientemente forzados, se supone que es parte de su encanto, véanse los pasadizos secretos del edificio, que permiten el voyeurismo; el riesgo es que tal enfoque se convierta en forzada para cualquier rumbo argumental. El trío protagonista vuelve a estar muy bien, hay química entre Martin, Martin Short y Selena Gomez, y cumplen sobradamente los secundarios recurrentes, se da cancha a muchos actores, la series es en tal sentido bastante coral, con role compuestos con mimo.