The Bear (2ª temporada) (2023), de Christopher Storer

Segunda temporada de The Bear tras el inesperado éxito de los ocho capítulos iniciales de la serie, creada y también dirigida en su mayor parte por Christopher Storer. Mantiene las constantes de su estilo, esto es, un ritmo trepidante y una actividad caótica en torno al pequeño restaurante, con discusiones constantes, voces que se solapan y en general un ambiente laboral atosigante, pero ahora la trama tiene algo de más enjundia y claridad respecto a los personajes, sus mundos y anhelos fuera del ambiente de trabajo, lo cual los humaniza y acerca más al espectador. En general se mantiene el nivel o incluso mejora.

La trama enlaza con el momento en que acaba la primera temporada, con ese llamativo hallazgo de dinero escondido en el local por el antiguo dueño, el hermano fallecido de Carmy Berzatto. Ese montante económico servirá para remodelarlo todo y gracias a las ideas de la insegura chef Sydney la oferta gastronómica del local va a ampliarse notoriamente. Sydney y Carmy serán ahora los nuevos creadores culinarios, pero mientras tanto habrá que poner en orden las licencias y los pagos a hacienda, echar abajo muros molestos y renovar el material de la cocina. Sin embargo, muy pronto los plazos de apertura empiezan a alargarse peligrosamente.

Como se ha apuntado, aprovechando el periodo de remodelación del restaurante el hilo argumental de The Bear (2ª temporada) se deshilacha un poco, de modo que seguimos por capítulos algunas peripecias de los trabajadores: las pesquisas de Sydney en busca de nuevos platos y sabores; el aprendizaje de Marcus en una estancia en un restaurante de Dinamarca; el curso de cocina acelerado que emprende Tina; la relación entre Carmy y una vieja conocida del instituto, etc. De todas formas, aunque hay más serenidad en el conjunto, Storer vuelve a soltarse en algunos capítulos descacharrantes, como el largo flashback de la reunión de Navidad en casa de la tronada familia de Carmy, una completa locura de gritos, conversaciones cruzadas y confusión sonora. Un galimatías de aquí te espero que terminará como el rosario de la aurora.

El tono de comedia amable y medianamente optimista dentro de un cúmulo de calamidades ayuda a disfrutar de nuevo la serie, pese a que haya también momentos un tanto agotadores a lo largo de los diez capítulos de esta temporada, de duraciones diferentes. El reparto, en cabezado por Jeremy Allen White, Ayo Edebiri y Ebon Moss-Bachrach, vuelve a hacer un trabajo coral soberbio. Se suma ahora a la fiesta una estupenda Molly Gordon, que ayudará a sosegarse un poco al protagonista, y destacan también las apariciones puntuales de Will Poulter y Olivia Colman como un chefs o de Bob Odenkirk, Sarah Paulson y Jamie Lee Curtis como familiares de Carmy.