Wayne (2019), de Steve Pink

Wayne, adolescente escuchimizado pero violento hasta el extremo que vive en Brockton, pueblito de Massachussetts, no siente el dolor, así que cuando se topa con una injusticia arremete contra el responsable, aunque le suponga recibir una paliza. Se quedará solo tras la muerte por cáncer de su progenitor. Éste le había hablado de un coche Pontiac Trans Am, que robó la madre cuando les abandonó, para irse con su nueva pareja; en efecto, ambos enviaban fotos del vehículo desde Florida para reírse de el cornudo. El chico decide entonces viajar en la moto del fallecido hasta allí para recuperar el auto. Le acompañará Del, una chica tan desequilibrada como él que huye de su padre maltratador, y de sus insensibles hermanos.

Shawn Simmons, responsable de Mr Pickles, se ha asociado con la pareja profesional formada por Rhett Reese y Paul Wernick, autores del guion de Deadpool y su secuela, para crear una serie de tono gamberro que recuerda a los filmes del superhéroe macarra, con mucha violencia (exagerada e irreal) y humor negro, pero también sigue el sendero de ficciones sobre parejas a la fuga, como Corazón salvaje, Amor a quemarropa, y la serie The End of the F***ing World. Compuesta por diez episodios de media hora, éstos pasan en un suspiro, al menos para espectadores que soporten la acumulación de secuencias salvajes. Técnicamente fresca, resulta llamativo el uso de zooms al estilo de los años 70.

Contra lo que puede parecer en el arranque, en algunos momentos consigue una mínima intensidad dramática, y críticas a las instituciones cuando éstas se lavan las manos a la hora de ayudar a jóvenes con problemas, avocados a un final trágico. Por desgracia, dibuja un mundo deprimente, donde los chavales están llenos de rabia y tienen una visión limitada del amor, así que el elemento romántico, que debería ser el motor de la trama, no acaba de resultar creíble, ni mucho menos conmovedor. Mark McKenna (Overlord) y Ciara Bravo (Agentes de S.H.I.E.L.D.) dan la talla en los papeles principales, pese a que sus personajes les falta humanidad.