La alianza del mal (2006), de Renny Harlin

Muy lejos quedan aquellos días en que Renny Harlin prometía como un director impetuoso y lleno de frescura (es finlandés), con películas tan resultonas como La jungla de cristal 2. Alerta roja, Máximo riesgo o La isla de las cabezas cortadas. Ahora se pasa al subgénero del terror-intriga-acción estudiantil y nos traslada a un instituto situado en los bosques de Massachusetts. Cuatro amigos, con extraños poderes brujeriles heredados de sus antepasados –las primeras familias que se establecieron en la Colonia Ipswich–, están siendo testigos de que una fuerza maligna ha entrado en acción. Sus pesquisas les llevan a comprender que el mal que se avecina puede ser terrible.

El guión toma como humus la existencia de a brujería en la Nueva Inglaterra de siglos pasados y la prolonga hasta la actualidad, pero lo que cuenta no tiene ni pies ni cabeza. La cosa no deja de ser una especie de enfrentamiento entre una especie de superhéroes de tres al cuarto. Hay, cómo no, la subtrama romántica, el héroe, la chica en peligro, el villano, los amigos, y, por lo demás, mucha música tenebrosa de fondo, un enorme castillo que hace las veces de residencia (donde por supuesto nunca hay nadie y los pasillos están perpetuamente a oscuras) y algunas escenas de efectos especiales de factura más que aceptable. Destaca la rubia Laura Ramsey.