Capitani

En un bosque junto a Manscheid, un pueblecito al norte de Luxemburgo, aparece el cadáver de Tanja, una quinceañera, mientras que su hermana gemela ha desaparecido. Se ocupa de investigar el caso el detective de la policía de carácter poco amigable Luc Capitani, procedente del sur del país, al que reciben con cierta hostilidad los habitantes del lugar. Dependerá de la ayuda de Elsa Ley, policía local familiarizada con los lugareños, quizá demasiado, porque tiene una relación personal con cada uno de los sospechosos, incluidos el alcalde, Pierre Rommes, y Weyrich, director de la escuela.

También ruedan series en Luxemburgo, cuya producción audiovisual se desconoce allende sus fronteras, salvo porque el pequeño país (de medio millón de habitantes) aparece como coproductor en títulos como Hanna Arendt, o Match Point. Thierry Faber, dedicado sobre todo a la edición en producciones del país, ejerce como creador de esta ficción de doce capítulos de corta duración. Salvo porque la acción se localiza en este país europeo sus elementos no se diferencian mucho de otras producciones de investigación sobre forastero que investiga un crimen en un pueblecito, estilo Twin Peaks. Le falta también un poco de fondo, da la sensación de que se ha querido imprimir un ritmo tan veloz que éste impide alguna reflexión sobre los sórdidos submundos de drogadicción y corrupción que retrata.

Pese a todo, la trama engancha, y cada capítulo acaba con el típico ‘cliffhanger’, que anima al espectador a ver cuanto antes el siguiente. Tiene además un tono realista, propio de los thrillers europeos, muy conseguido. Luc Schiltz (El nuevo nuevo testamento) da el tipo como protagonista, si bien no logra que se olvide que al personaje le falta algún rango distintivo que le haga único. Sale mejor parada del reparto Sophie Mousel, cuya Elsa tiene más desarrollo emocional al estar implicada emocionalmente con las personas a las que investiga.