Marriage (2022), de Stefan Golaszewski

Tras unas vacaciones en España, Ian y Jamie sufren una crisis conyugal. El primero lucha por regresar al mercado laboral, después de una larga temporada en paro, mientras que ella empieza a coquetear con un compañero de trabajo en el bufete en el que ejerce como abogada. Además, ambos empiezan a preocuparse por Jess, su hija, que ha iniciado una relación con un hombre demasiado controlador.

Stefan Golaszewski ha logrado un enorme prestigio en Reino Unido con las comedias Him & Her y Mum, que sin embargo no han tenido mucha repercusión en otros países. Ahora ha creado una serie dramática de cuatro capítulos de alrededor de una hora para BBC, donde se muestra bastante pesimista en torno al matrimonio, que llevaría a la monotonía, sin que por el contrario parezca que tenga grandes ventajas, según lo que se ve en esta ficción. Se tocan también otros temas, como los maltratos domésticos, la dificultad de las personas de mediana edad para conseguir un trabajo, y algunos más, pero todos sin un ápice de esperanza.

El tal Golaszewski consigue describir tan bien el aburrimiento que sienten los protagonistas que el espectador lo sentirá en su piel, con un ritmo demasiado premioso, y escenas interminables, como aquella en la que el personaje central se prepara un sándwich. Una pena, porque desaprovecha el buen hacer de Sean Bean, que muestra su valía para un registro dramático, en un personaje muy alejado de Boromir, de El Señor de los Anillos, que le hizo saltar a la fama. No desmerece la menos conocida Nicola Walker (River).