Los fantasmas atacan al jefe (1988), de Richard Donner

Frank Cross (Bill Murray) es un insensible ejecutivo del mundo de la comunicación. No le ha sido fácil escalar hasta su posición, pero una vez que se ha convertido en el presidente más joven de una compañía de televisión en Nueva York, ha olvidado cualquier escrúpulo. Es un déspota, un egoísta, un cínico y un ruín, capaz de despedir a uno de sus subalternos en vísperas de Navidad. Todos saben cómo es, pero nadie puede hacerle frente. Sólo sus fantasmas más cercanos de las Navidades pasadas, presentes y futuras pueden darle una buena lección. Tres divertidos seres espectrales que le harán recapacitar en su forma de ser cuando prepara un programa en directo que adapta el "Cuento de Navidad" de Charles Dickens.

Versión megamoderna, optimista y divertida del cuento navideño clásico por excelencia.. El cine ha sido muy proclive a llevar esta deliciosa historia a la pantalla, y desde los primeros tiempos se rodaron versiones en Inglaterra (1901 y 1908), Estados Unidos (1910 y 1912) e Italia (1910). Así hasta llegar a las versiones sonoras, acaso la más célebre de todas ellas hasta que se hizo esta fuese el musical Muchas gracias, Mr. Scrooge (1970). Aquí llama la atención la traslación a la actualidad, con ideas como la del taxi que le lleva al pasado, con el taxímetro marcando el año en que se encuentra el protagonista viendo lo que ocurrió tiempo atrás.

El personaje interpretado por el histriónico Bill Murray le viene como anillo al dedo, con esa mezcla de petulancia, imperturbabilidad y socarronería. Llena de situaciones cómicas y excéntricas, con persecuciones y desternillantes luchas entre el mundo real y el de los espíritus. Nominada al Oscar por el maquillaje de Tom Burman y Bari Dreiband-Burman. Sorprendente en todo momento, hasta el final en que el protagonista recupera al amor de su vida (Karen Allen) y, en un tono decididamente alegre, se pone a cantar con todo el reparto "Put a Little Love in Your Heart".