Estos ojos negros (2022), de Siddharth Sengupta

Refugiado en una casa abandonada, Vikrant hace frente a tiros a la policía y a los soldados que intentan abatirle. ¿Cómo llegó a esta situación desesperada? Todo ha sido culpa de una mujer, Pruva, hija del turbio político Akhiraj Aswathi, a la que conoció en la escuela, cuando ambos eran niños, pero él se negó a ser su amigo, lo que ella no encajó demasiado bien. Tras estudiar una ingeniería, Vikrant tiene por delante un futuro prometedor, pues ha logrado un trabajo bien pagado en una fábrica, y quiere casarse con Shikha, de la que se ha enamorado. Pero un reencuentro con Pruva acabará con sus planes.

Serie india de ocho capítulos cuyos responsables beben del cine de Quentin Tarantino, y de seguidores como Guy Ritchie, con secuencias violentas, pero irreales. Técnicamente impecable, cuenta con trabajos exagerados pero más o menos aceptables del reparto, del que sobresale Anchal Singh, como la bondadosa Shikha, la parte más frágil del triángulo amoroso que conforman los protagonistas.

Sin embargo, cuenta con una trama propia de un culebrón venezolano, con giros imposibles, lo que exige que el espectador ponga de su parte para creerse todo lo que ocurre. No se entiende muy bien por qué Pruba, una mujer atractiva de buena posición económica, se pasa la vida obsesionada por casarse con el humilde Akhiraj, quizás si se la hubiera retratado como una perturbada, al estilo de Glenn Close en Atracción fatal, funcionaría todo mucho mejor.