Loki (2021), de Kate Herron

La tercera serie de superhéroes Marvel creada para Disney+ recupera a Loki, hermano de Thor, justo a continuación de lo que le sucede en Vengadores: Endgame, donde el Dios del Engaño había robado el teseracto, un cubo que contiene la poderosa Gema del Espacio, para a continuación desaparecer por un túnel temporal. Pero este acto ha desencadenado una realidad alternativa, lo que alerta a los agentes de la AVT (Autoridad de Variaciones en el Tiempo), que le capturan y llevan a su cuartel general, donde una jueza dictamina que debe ser reiniciado, lo que según todos los indicios significa que le desintegrarán. Por suerte para el asgardiano, detiene la ejecución de la condena Mobius, un funcionario de rango medio que le necesita con vida para detener a un tipo que liquida a sus compañeros.

Ejerce como creador Michael Waldron, hasta ahora autor de un capítulo de Rick y Morty, al que también han reclutado para el guión de Doctor Strange 2: El multiverso de la locura, cuya acción tiene lugar después de los seis capítulos de esta ficción. Esto explica que aproveche esta trama para introducir en el Universo Marvel el concepto de ‘multiverso’, que por el título desempeñará también un papel crucial en el largometraje citado. Así que todo lo que se narra supone una inflexión en lo visto hasta ahora en las historias de superhéroes de la casa, lo que deriva en que el espectador no tenga la sensación de que está viendo un spin-off intrascendente, concebido como un prescindible puente entre superproducciones para la pantalla grande.

El arranque parece presagiar que se requiere estar muy al día con el Universo Marvel para entender algo, por lo que a algún espectador le puede estallar la cabeza por suponerse que se recuerdan tantos conceptos, y por si esto fuera poco, introducir algunas novedades. Pero el tal Waldron evita en lo posible seguir ese camino, y enseguida se centra en dar humanidad al personaje central, aclarando sus motivaciones a la hora de llevar a cabo actos reprobables. Ayuda a este propósito la extraordinaria interpretación de Tom Hiddlestone, que se supera a sí mismo. Está bien escoltado por Owen Wilson, que convierte a su personaje, Mobius, en un tipo bastante corriente, Gugu Mbatha-Raw (El caso Sloane), una jueza implacable, al estar convencida de que su labor tiene una importancia primordial y Wunmi Mosaku (Animales fantásticos y dónde encontrarlos), una policía brutota.

No faltan las exhibiciones de efectos especiales, por ejemplo en la vistosa escena de la ciudad con vehículos voladores por donde moran los miembros de la AVT. Éstos aparecen retratados como funcionarios que llevan a cabo una labor extraordinaria, pero en realidad tipos corrientes, y hasta grises. En ese sentido, recuerdan a los de Timecop, policía en el tiempo y a los de la serie española El ministerio del tiempo. Pese a no incluir elementos frescos, Loki evita la sensación de ‘más de lo mismo’, pues mezcla bien el humor que siempre ha sido signo de identidad del personaje central, con una trama policíaca.