Biografía de Zhang Ziyi (1979)

Nacida en Pekín el 9 de febrero de 1979, el mismo día que Mena Suvari, ZZ era la segunda hija de Yuanxiao y Zhousheng, economista y profesora de guardería respectivamente. Durante su infancia era una chica traviesa e inquieta. Para inculcarle algo de disciplina, y preocupados por sus desórdenes alimenticios, sus padres la apuntaron a una escuela de baile a los 9 años. La danza se le daba tan bien, que poco después aprobaba el examen de ingreso en la Escuela de Baile de Pekín, una de las más prestigiosas del mundo. La jornada de intenso trabajo comenzaba a las cinco y casi siempre se extendía hasta las once de la noche, por lo que ZZ llegó a aborrecer la escuela, e incluso se fugó en una ocasión. “La atmósfera era bastante competitiva. Todos luchaban por el liderazgo y el afecto del profesor. Todo eso era bastante incompatible con mi personalidad. Además, creo que soy una bailarina bastante mediocre”, ha comentado la actriz.

A los 16, ZZ se dio cuenta de que el baile no era su verdadera vocación, y se apuntó a la Escuela Central de Arte Dramático de China. Antes de terminar sus estudios, acudió a un casting organizado para escoger a la protagonista de un anuncio de champú. Allí se encontró con Zhang Yimou, el más ilustre representante de la Quinta Generación del cine chino. Si es difícil ser escogida en una audición en occidente, la cosa se complica más en China, donde la población es espectacularmente alta: a la prueba se presentaron más de 40.000 aspirantes. Aún así, ZZ sobresalía y Yimou decidió convertirla en protagonista de El camino a casa, uno de sus mejores dramas. Parece que Yimou se ha ganado su prestigio a pulso, y es un director exigente, por lo que pedía a la actriz constantes repeticiones de los ensayos, y no dudaba en gritarle constantemente cuando se equivocaba. Aún así, ella guarda un buen recuerdo de su mentor. “Me hizo mejorar y progresar, a su manera. Nunca le estaré lo suficientemente agradecida. Aunque era duro, se preocupaba por mí”, recuerda. Al final, el convincente trabajo de ZZ como la campesina luchadora que enamoraba al maestro dejó tan entusiasmado a Yimou, que él mismo la recomendó a su amigo, el taiwanés Ang Lee, cuando se enteró de que buscaba una actriz para Tigre & Dragón. Aunque Lee en un principio había pensado en una intérprete consagrada, como Chow Yun-Fat y Michelle Yeoh, los otros protagonistas, acabó apostando por ZZ, que robó el corazón de los cinéfilos de todo el mundo, al mismo tiempo que su personaje, la hija del gobernador, le robaba la espada al personaje central.

La repercusión de una cinta que devolvió la dignidad al cine de acción, le dio cierta popularidad a ZZ, que fue reclamada por Hollywood, aunque ella se mostraba reacia a aceptar papeles en la meca del cine, por no hablar inglés. El primero que la fichó fue Brett Ratner en Hora punta 2: le convenció porque casi todas sus frases eran en mandarín. El film emparejó a ZZ con Jackie Chan, uno de los ídolos de la muchacha. Éste la sobreprotegió durante el rodaje cual hermano mayor, y le dio muchos consejos sobre el estrellato cinematográfico. Y aunque hasta los incondicionales de Chan reconocen que se trata de una de sus peores películas, arrasó en taquilla. A continuación, le ofrecieron otras dos superproducciones de acción en China, Zu Warriors y Musa, el guerrero, que se quedaron en imitaciones de segunda fila de Tigre y dragón. Al que no se le dio nada mal imitar a Ang Lee fue al mismísimo Zhang Yimou, que volvió a reclutar a ZZ para Hero y La casa de las dagas voladores, espectaculares cintas de artes marciales que le dieron más éxito que nunca. Y aunque en ese momento de su carrera, corría el peligro de quedarse encasillada en el cine de acción, Wong Kar-Wai, el genial director de Hong Kong, le ofreció un papel muy distinto, el de sufrida prostituta, en 2046. “En realidad a mí lo que me gusta son los dramas y las tragedias”, decía por entonces.

Cuando Rob Marshall, director de Chicago, propuso a ZZ protagonizar Memorias de una geisha, ella no lo veía nada claro. Pero ya había estudiado algo de inglés, y se atrevió a aceptar el papel. “Me aterrorizaba rodar en esa lengua, porque no es la mía, y eso me produce una sensación extraña. Me habían dicho que la lengua es una gran barrera para un actor, y que es imposible meterse en la piel de un personaje profundamente si se habla en una lengua ajena. Finalmente he quedado muy satisfecha con la experiencia”, ha declarado la actriz. A Marshall le llovieron las críticas, por su decisión de contratar a ZZ, junto a las míticas Gong Li (la primera musa de Yimou) y Michelle Yeoh (que volvía a reunirse con ZZ tras Tigre y dragón), es decir a tres actrices chinas para encarnar a geishas japonesas. Pero a ella sus detractores no le quitan el sueño. “El papel de Sayuri es tan apetecible, que cualquier actriz lo hubiera aceptado, fuera del país que fuera”, ha comentado.