
A.B. Shawky
37 añosEl cineasta de los desheredados de la Tierra
Cine egipcio, sobre leprosos y desheredados. Suena a veneno para la taquilla. Sin embargo Abu Bakr Shawky ha demostrado con su primer largometraje que se pueden tratar estas cuestiones de un modo rebosante de humanidad y capaz de atrapar la atención del espectador sin prejuicios.
Hijo de padre egipcio y madre austríaca. Abu Bakr Shawky aprendió a amar el cine gracias a mamá, que le llevaba a ver películas. Disfrutaba especialmente con el cine independiente, y se declara un gran admirador de los hermanos Coen, pero también se conoce de cabo a rabo el cine iraní. Estudió cine y ciencias políticas en Egipto, y luego se trasladó a Nueva York para continuar sus estudios.
Antes de acometer su primer largometraje, se bregó en la realización con tres cortos de corte documental, The Colony, Things I heard on Wednesdays y Martyr Friday. Precisamente el primero de ellos, que transcurre en la colonia de leprosos de Abu Zaabal en el norte de El Cairo, fue el que le sirvió de inspiración para su debut en el largometraje de ficción Yomeddine, que no deja de estar anclado en la realidad, al describir las tribulaciones de un hombre que ha padecido lepra, lo que le ha dejado las secuelas de su cuerpo deformado y las cicatrices de su rostros. En compañía de un niño nubio huérfano emprenderá un viaje no sólo físico sino emocional, en busca de su familia, lo que supone también aceptarse tal y como es, y también a su otra familia, o sea, los desheredados de la Tierra con los que ha ido trabando amistad a lo largo de su vida.
Yomeddine, que fue seleccionada para competir en el Festival de Cannes, se fue gestando a lo largo de varios años, en que Shawky pudo madurar su idea y darle forma, añadiendo muchos elementos reales a la trama, muchas anécdotas y sucedidos los fue conociendo en sus rodajes en Egipto. A lograr la financiación de un film que no era fácil de vender, le ayudó con sus gestiones su esposa Dina Emam. También fue de gran utilidad su contrato como asesor de asuntos árabes en la serie de Amazon sobre los atentados del 11-S The Looming Tower, pues le permitió hacer muchos contactos que luego le serían muy útiles.
El título del film, que puede traducirse como “El día del juicio final”, apela a una idea que atraviesa el cine de Shawky, la igual dignidad de las personas por encima de diferencias de sexo, situación social, nacionalidad o religión, lo que se constatará precisamente el día en que Dios juzgue a todos los hombres por igual. Y explica que “elegí a un enfermo de lepra para el papel protagonista de Beshay, en lugar de un actor profesional, con la intención de darles la oportunidad, tanto al personaje como a la persona, de definirse por su humanidad y no por su enfermedad. La idea no era observar este mundo desde fuera sino buscar más allá de la apariencia para centrarnos en la persona. A pesar de la aparente dureza que pueda contener la película, Yomeddine trata el tema de forma alegre, destacando el talante de Beshay ante la desdicha.”