Biografía de Scott Eastwood (1986)

Lo tenía todo en contra inicialmente Scott Clinton Reeves, nacido el 21 de marzo de 1986 en Carmel (California), unos días antes de que su ilustre progenitor, Clint Eastwood, se convirtiera en alcalde de esta localidad. Fue un hijo ilegítimo fruto de la relación del actor con la azafata aérea Jacelyn Reeves, a espaldas de su pareja oficial, la actriz Sondra Locke. Dos años después, Reeves daría a luz a Kathryn.

Apasionado del surf, el joven Scott pasó su juventud en Hawai, aunque viajaba mucho, debido a que su madre trabajaba en una compañía aérea, y a que visitaba a su progenitor en los rodajes. Se graduó en Comunicación por la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, en 2008. El peor día de su vida fue el 24 de septiembre de 2014, cuando sufrió un accidente de coche, en el que murió Jewel Brangman, su novia.

Enseguida empezó a ganarse la vida como modelo de moda. Heredero de la pasión interpretativa de su padre, se inició en el cine como joven marine en el film dirigido por éste Banderas de nuestros padres. Volvió a contar con su retoño en Gran Torino e Invictus, y compartió la pantalla con él en Golpe de efecto. Por aquel entonces, el chico no quería aprovecharse de la fama de Clint, por lo que se hacía llamar Scott Reeves, recurriendo al apellido materno. Pero al final decidió que daba un poco igual. “He pasado por los castings para todos los papeles que he interpretado. Me considero un hombre hecho a mí mismo”, ha declarado. “Yo he crecido en este negocio y espero seguir en él. Mientras sea feliz con lo que hago, el resto no importa y el día que no sea feliz, lo dejo y hago otra cosa”.

Tras encarnar a un policía en La matanza de Texas 3D, y a un sargento en Corazones de acero, le dan el papel protagonista en El viaje más largo, adaptación de una edulcorada novela de Nicholas Sparks. Recibió buenas críticas como vaquero que se gana la vida montando a toros en un espectáculo, que se enamora de una joven estudiante.

El éxito de este título supuso un punto de inflexión en la carrera de Scott Eastwood, a partir del cual empiezan a ofrecerle papeles más relevantes. Encarna a un veterano de guerra que trata de salvar a su esposa, en el film de acción Diablo, que recuerda a los primeros títulos de su progenitor. Luchó contra los carteles de la droga en Jóvenes sicarios, firmó un contrato para tres películas de Fast & Furious, saga en la que interpreta a un agente de policía, fue un militar en la superproducción de superhéroes Escuadrón suicida, y piloto de jaeggers (robots gigantes) en Pacific Rim: Insurrección.

Lo que más le cuesta de los rodajes es estar lejos de su padre, octogenario. “Quiero disfrutar de él mientras pueda”. Ha pensado incluso en seguir sus pasos como director. “No descarto esta posibilidad”, señala. Explica orgulloso que él le ha dado los mejores consejos sobre su profesión. “Sobre todo recuerdo que me ha dicho que trabaje duro y sea humilde porque un día puedes triunfar y al día siguiente, perderlo todo”.