Biografía de Kate Bosworth (1983)

Kate Bosworth nació el 2 de enero de 1983 en Los Ángeles. Su infancia la pasó en distintas ciudades de Estados Unidos, volcada en el mundo ecuestre. Esta afición por los caballos la mantiene hasta la actualidad y ha sabido unirla a otro de los pasatiempos que tiene desde adolescente, la ayuda a los demás. En la actualidad está involucrada con diversas causas humanitarias, entre las que destaca un centro ecuestre con un programa de ayuda a niños discapacitados.

Cuando era una adolescente amante de los caballos y reconocida por su labor social, decidió no acudir a la prestigiosa Universidad de Princeton, que la había aceptado entre sus alumnos. La joven Bosworth prefirió dedicar su tiempo a algo que ya se estaba convirtiendo en algo más que una afición, pues de participar en el musical de “Annie” en un proyecto a nivel estatal, pasó a la serie de televisión Siete en el paraíso (1997), donde actuó en dos episodios. Su primera oportunidad en el cine llegó un año después de la mano de Robert Redford, que la escogió como secundaria en El hombre que susurraba a los caballos. Sus conocimientos equinos la convirtieron en la mejor amiga de la protagonista, una chica que muere trágicamente en una caída del caballo. Su compañera de película y de generación era la hoy gran estrella del celuloide Scarlett Johansson. Y es que, a diferencia de ésta, Bosworth todavía no ha alcanzado el estrellato mundial, a pesar de que parece encajar en el perfil.

En el cine entró con muy bien pie, aunque Kate prefirió reservar su vuelta a la pantalla hasta después de finalizar el instituto. En 2000 fue secundaria en el drama deportivo Titanes. Hicieron historia, que protagonizó Denzel Washington. Dos años después demostró su buena forma física al convertirse en surfista en En el filo de las olas, que supuso su primer papel protagonista. A esta cinta de corte adolescente, la siguió otra similar, El chico de tu vida (2004). Esta comedia romántica no tuvo trascendencia, por lo que no le ayudó a dar el salto que ya habían dado actrices de su edad como la propia Johansson o Natalie Portman. Sin embargo, Kate continuó con su trabajo. Además, por aquellos tiempos, el corazón de la actriz estaba ocupado, pues mantenía una relación sentimental con Orlando Bloom. Esa historia se acabó, y ahora Kate tiene nuevo novio, aunque por no pertenecer al mundillo, su relación es mucho más discreta.

Su constancia laboral fue premiada en forma de Kevin Spacey, quien le ofreció ser su mujer en el musical Beyond the Sea (2004), que dirigió y protagonizó. Para la ocasión se metió en la piel de la actriz Sandra Dee, por lo que tuvo que volver a echar mano de las dotes musicales que demostró en su infancia. Continuó su trabajo en títulos menores como La huella del silencio (2005), hasta que llegó su gran oportunidad desde el punto de vista comercial. Kate fue elegida por Bryan Singer para tomar el testigo de Margot Kidder y ser Lois Lane en Superman Returns (2006). Éste es sin duda un buen título para alcanzar la fama internacional, pero el paso del tiempo ha demostrado que esta película se quedó lejos de las cotas de popularidad que debería haber alcanzado la vuelta al cine de Superman. La vuelta del gran héroe no acabó de cuajar, como así demuestra el hecho de que ni Kate ni Brandon Routh hayan pasado a formar parte del imaginario colectivo.

En España aún se espera el estreno del drama The Girl in the Park (2007), que ha protagonizado junto a Sigourney Weaver, quien se obsesiona con el personaje de Kate, a quien toma por su hija desaparecida. A punto de llegar a los cines está 21: Black Jack, donde vuelve a coincidir por tercera vez con Kevin Spacey, quien en Superman Returns fue el malvado Lex Luthor. En este drama con apuntes de thriller está al servicio de su mentor Spacey, que crea un grupo de estudiantes para que aprendan a contar cartas y ganar así importantes sumas de dinero en Las Vegas. Ya que de apostar y ganar se trata, el lector puede aprovechar la ocasión para hacer su apuesta particular. Kate parece oler el aroma del estrellato pero aún no acaba de asirlo. ¿Será Kate una estrella? Sí o no. Hagan sus apuestas. Rojo o negro, o mejor aún, marrón o azul, como los colores de cada uno de sus ojos. No va más.