
Sarah Wayne Callies
46 añosTalento con discreción
Cual marea que sube lenta, pero sin cesar en su ascenso un segundo, Sarah Wayne Callies se ha ido estableciendo como una actriz de referencia en el mundo de las series televisivas. "Prison Break" fue su trampolín a la fama, y ahora "The Walking Dead" ha terminado de afianzar su status. Su lunar estriba en el cine, donde cuenta sus apariciones con los dedos de las manos.
Aunque nació en Illinois (Estados Unidos) el 1 de junio de 1977, el verdadero lugar donde Sarah Wayne Callies se crió y creció fue Honolulú (Hawaii). Hija de dos profesores universitarios, desde pequeña quiso estar metida en el mundo de la actuación, y por eso ya en la escuela primaria realizó varias obras de teatro. Ese “gusanillo” siguió creciendo y le llevó a estudiar interpretación en el Dartmouth College de Hanover (New Hampshire), para después obtener también un Máster en Bellas Artes. Curiosamente, en esa época tan estudiantil fue cuando conoció a su actual marido, Josh Winterhalt, con quien además tiene una hija.
Las cadenas de causa y efecto han sido una constante en la vida de Sarah. La decisión de casarse hizo que la pareja se mudara a Nueva York. Allí empezó a trabajar en pequeños papeles, hasta que llegó la oportunidad deseada. La serie Queens Supreme, que trataba sobre los entresijos del tribunal de Queens, llamó a su puerta y Sarah aprovechó la ocasión. Aunque la serie fue un fiasco, los trabajos iban a seguir viniendo.
Numb3rs, Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales o Dragnet fueron algunas de las series donde actuó de manera esporádica como invitada. Incluso se la pudo ver en Tarzán (serie), la serie de Warner donde daba vida a la Detective Jane Porter. Si bien es cierto que sus aptitudes, hasta ese momento, estaban desaprovechadas.
Con Prison Break todo cambió. Serie de obligada referencia para cualquier espectador de la pequeña pantalla, nos contaba las inmensamente rebuscadas triquiñuelas que un hombre pone en marcha para salvar a su hermano sentenciado a pena de muerte. La importancia del personaje de Sarah en esta serie carcelaria es casi como una metáfora de su carrera, pasando de la nada a una progresiva importancia que la hizo tan o más imprescindible que el propio protagonista de la trama. Y todo por su demostrada valía.
Durante las cuatro temporadas que duró Prison Break, combinó su trabajo en la serie con apariciones en algunas películas como el thriller Las nuevas revelaciones (2006) o la terrorífica Hellion. El ángel caído (2007). Nada demasiado destacable.
El segundo gran `boom´ en su camino tiene forma de muerto, pero está más vivo que nunca. El fenómeno zombie de The Walking Dead ha propiciado que Sarah se haya erigido como uno de los grandes reclamos y señas de identidad de la serie, a pesar de que su personaje haya quedado atado a las exigencias de una trama marcada por lo que pase en el cómic originario. Y hasta ahí se puede leer, para evitar caer en las revelaciones del spoiler.
Al igual que hizo con Prison Break, durante el rodaje de The Walking Dead ha aparecido en tres filmes más: como esposa fallecida en el idílico romance Lullaby for Pi (2010); en Black Gold (2011), un drama sobre la situación de una comunidad local en Nigeria; y en El rostro del asesino (2011), thriller psicológico en el que acompaña a Milla Jovovich.
Su aportación en esta nueva época dorada de la televisión americana ha quedado patente. Las puertas que tiene ahora mismo abiertas conducen hacia carreteras de múltiples proyectos, y seguramente ninguno de ellos sea pequeño. El quid de la cuestión estará en cómo sepa canalizar sus decisiones, me pregunto si sabrá elegir la opción correcta que le lleve a seguir avanzando y a aprovechar un talento en auge, que busca su expansión profesional también en el mundo del cine.