
Ali MacGraw
84 añosPremios: 0 Oscar (más 1 nominaciones) Ver más
Una historia de amor con las cámaras
Ha mantenido con la cámara una 'love story' incomparable, pues pocas actrices han aparecido en pantalla tan bellas y con tanto glamour. Su encuentro con Ryan O'Neal hizo que saltaran chispas. Pero Aly McGraw interpretó a otros memorables personajes en la pantalla.
Elizabeth Alice MacGraw nació el 1 de abril de 1939 en Westchester County (Nueva York). Hija de una húngara y de un escocés, con su padre tuvo una relación muy conflictiva, pues declara que tenía un carácter 'violento'. Estudió en Wellesley College, un selecto centro para chicas.
Inició su vida laboral como asistente de fotografía en la ilustre revista de moda Harper's Bazaar, y posteriormente fue asistente durante seis años de Diana Vreeland, experta en últimas tendencias, en la revista Vogue. Fue también modelo, estilista y decoradora de interiores.
Tras aparecer en algún anuncio televisivo, debutó en el cine con un rol muy breve en Sindicato de asesinos, que protagonizó Kirk Douglas. Quedaba tan bien en la pantalla que en su segundo trabajo ya le dieron el papel protagonista. Se trataba de Complicidad sexual, adaptación de una novela de Philip Roth, donde era una chica adinerada que se enamora de un humilde bibliotecario.
Era justamente lo contrario, la pobre que se une a un chico de buena familia, en su film más famoso. Aunque lloró cuando le pasaron el guión de Love Story, con el paso del tiempo no la recuerda como una película sobresaliente. "Ahora ya no lloro cuando la veo en pantalla. Era un film sensible, pero no memorable", explica la actriz. Por la cinta, obtuvo un Globo de Oro y una candidatura al Oscar.
Fue un fenómeno social, y catapultó a la fama a MacGraw en todo el mundo. Pero ella siempre ha sabido llevar muy bien la popularidad. "Si quieres ser una estrella armando jaleo a tu alrededor, lo puedes conseguir, como John Travolta", explica la actriz. "Pero yo he elegido habitar en una comunidad de Malibú donde viven otros actores famosos y nadie vuelve la cabeza cada vez que pasa Barbra Streisand. Puedo ir a la farmacia con tranquilidad, y mi hijo Joshua ha crecido con normalidad".
Love Story estaba producida por Paramount, cuyo alma mater en aquel momento era el legendario Robert Evans, con el que se había emparejado Aly MacGraw tras divorciarse de un tal Robin Hoen. Evans estaba destinado a producir títulos del calibre de El padrino y Chinatown, y fue el padre del único hijo de la actriz, Josh Evans, actor en títulos como Nacido el cuatro de julio o The Doors.
Dejó a Evans después de caer en los brazos de Steve McQueen, durante el rodaje de La huida, de Sam Peckinpah. "Cuando una mujer te deja, no es fácil, nunca lo es. Pero cuando esa mujer te deja por el actor más grande del mundo, digamos que te sientes muy pequeño", recuerda Evans en el fascinante documental El chico que conquistó Hollywood.
El idilio acaparó las portadas de los tabloides, pero no fue el único romance sonado que se inició mientras se filmaba esta legendaria cinta, pues el propio Peckinpah se casó con Joie Gould, la ayudante de producción.
En su autobiografía, "Moving Pictures", MacGraw describió sus problemas con el alcohol. Pero por lo general ha sido celosa de su vida privada, y asegura que nunca ha contado a los medios nada sobre temas como su relación con Steve McQueen. "Por eso me sorprende que a veces salgan supuestas declaraciones mías sobre esos asuntos, y me siento con ganas de romperlo todo", explica.
Mientras estuvo unida a McQueen, MacGraw dejó el cine. Volvió tras su separación en 1978, para protagonizar a las órdenes nuevamente de Peckinpah el film Convoy, donde era una atractiva fotógrafa en medio de una revuelta de unos camioneros contra un despótico sheriff.
Fue irónicamente el mayor éxito de Peckinpah, a pesar de que éste no estaba convencido del guión y casi tira la toalla varias veces. Posteriormente, la estrella de MacGraw se fue apagando poco a poco, sobre todo después de la discreta Dime lo que quieres, en la que era una productora televisiva que vivía un idilio con un poderoso hombre de negocios. Por desgracia, el gran Sidney Lumet demostraba en esta cinta que la comedia no era lo suyo.
Desde entonces, Ali MacGraw sólo destacó en series como Vientos de guerra y Dinastía. Su último trabajo fue como secundaria en el desastroso drama de 1997 Glam, donde participó porque el director era su hijo.