Zimna wojna
- Duración: 01h 25 min
- Género: Drama
- Público apropiado: Jóvenes-adultos
- Valoraciones: decine21 (7) | usuarios (6.4)
-
- Título original: Zimna wojna
- Año: 2018
- Fecha de estreno en España en cines : 05-10-2018
- Países: Francia, Polonia, Reino Unido
- Dirección: Pawel Pawlikowski
- Intérpretes: Joanna Kulig, Tomasz Kot, Agata Kulesza, Borys Szyc, Jeanne Balibar, Cédric Kahn, Adam Woronowicz, Adam Ferency
- Guión: Pawel Pawlikowski, Janusz Glowacki
- Fotografía: Lukasz Zal
- Distribuye en cine: Caramel Films
- Distribuye en formato doméstico: Cameo
Premios
Oscar
2019
Nominada a 3 premios
- Dirección Pawel Pawlikowski
- Fotografía Lukasz Zal
- Película en lengua extranjera
Goya
2019
Ganadora de 1 premio
- Película europea
Festival de Cannes
2018
Ganadora de 1 premio
- Dirección Pawel Pawlikowski
Contenidos (de 0 a 4 ¿qué es esto?)
Reparto
Sinopsis oficial
Guerra fría (Cold War)
Con la Guerra Fría como telón de fondo, 'una apasionada historia de amor entre dos personas de diferente origen y temperamento que son totalmente incompatibles, pero cuyo destino les condena a estar juntos.
Crítica Cold War (2018)

Amantes polacos
Wiktor, Irena y Kaczmarek buscan recuperar la identidad polaca tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Stalin ya domina tras el Telón de Acero. Para ello recorren aldeas y recogen las canciones populares. La idea es hacer un espectáculo con esa música y con un grupo de jóvenes artistas que reunirán bajo la compañía folclórica Mazurek, que irá de gira a diferentes ciudades y países. Wiktor, el músico, se sentirá fuertemente atraído por una de las artistas, Zula, con quien emprenderá una relación.
Tras su película más aclamada, la oscarizada Ida, historia de una novicia que emprende un viaje hacia su origen en la Polonia comunista, el cineasta polaco Pawel Pawlikowski regresa a la época stalinista de su país para narrar una apasionada y complicada historia de amor a través de los años, en un viaje lleno de altibajos anímicos pero también geográficos. Se trata de una historia con sello muy personal para Pawlikowski, ya que los protagonistas tienen el mismo nombre que sus padres, a quienes dedica el film, y sus respectivas vivencias comparten muchas similitudes. Como ya hizo en su anterior film aquí Pawlikowski también enfatiza su ambientación pretérita gracias al uso del blanco y negro y al formato estrecho de pantalla (1:37:1), características formales que aportan originalidad y estimulan la receptividad del espectador. Da la sensación así de que el realizador no desea apartarse un ápice de aquella realidad polaca de posguerra, quiere mostrarla, no simplemente recrearla, y el uso de esas características técnicas ayuda.
La belleza formal de las imágenes es innegable, algunas muy bellas, como esa canción en el río o la del club de jazz, pero Pawlikowski tiene sobre todo la facultad de capturar trozos de vida que transmiten una extraña intensidad, comenzando por esas escenas iniciales que recogen canciones populares del folclore polaco. Y especialmente esa fuerza proviene de sus personajes y de una excelente dirección de actores –estupendos tanto Joanna Kulig como Tomasz Kot–, gracias a la cual los convierte en seres únicos, libres, sufrientes, justo lo que el comunismo deseaba desterrar de las personas. En su mirada atrás, Pawlikowski muestra cómo los polacos decidían su destino adhiriéndose o no a la adoración stalinista. Podías acceder, podías huir o podías desaparecer. El uso de la elipsis es en este sentido excelente en el personaje de Irena, interpretado por Agata Kulesza. Pero aunque también se muestre la hipocresía (ese descubrirse la cabeza de Kaczmarek en la iglesia derruida) tampoco se busca demonizar a quienes apoyaron la connivencia soviética, no hay violencia ni regodeo, ni afán de saldar cuentas.
Porque aquí estamos principalmente ante una historia de amor que sobrevive a todos los vaivenes posibles, personales, temporales, políticos, al exilio y a la persecución totalitaria. A pesar de las tragedias, de las propias contradicciones, de los errores, se puede sacar la cabeza. Pero el mundo no es perfecto y así hay que aceptarlo y vivirlo. Arriba está el cielo límpido, la felicidad, pero –dice la cámara del director– no hay más remedio que vivir en la tierra, en el barro, en la imperfección. Quizá haya entonces que regresar al origen, como una Odisea, para empezar de nuevo, mirar arriba y sellar el amor ante Dios para poder cambiar la perspectiva, aunque en este caso sea, ciertamente, fatalista.
Trailers
Últimos comentarios de los lectores
Fernando - Hace 4 años
No me gustó principalmente por el final.
Creo que en el final mezclan depresión, suicidio y con un toque de católico, lo que confunde y lo hace muy triste.
Malo el final.
Desepcionante para una película linda en su desarrollo
RMNO5 - Hace 4 años
Después de releer mi comentario y la crítica de Decine21, me doy cuenta de que quizás el último párrafo de la crítica no se refiera tanto al final de la película como a una recomendación general del crítico a los lectores. También podría pensarse lo mismo respecto a la otra frase que he comentado: "A pesar de las tragedias, de las propias contradicciones, de los errores, se puede sacar la cabeza". Es posible que Pablo de Santiago no pretenda atribuir tal pensamiento a 'Cold war' sino que simplemente manifieste su posición personal.
Aun si fuera así, mi comentario es pertinente. En primer lugar, por la mejorable redacción del último párrafo de la crítica, que no distinguiría claramente lo que dice la película y lo que piensa de la vida el redactor. Y en segundo lugar, por lo mismo que dije antes: esa visión positiva de "mirar arriba y sellar el amor ante Dios para poder cambiar la perspectiva" y "se puede sacar la cabeza" no están en el film.
Me parece que es labor del crítico interpretar y comunicar al lector lo que quiere decir el director en la película. Del mismo modo, puede y a veces debe orientar al lector respecto a las intenciones del film y las consecuencias que puede tener seguir las sugerencias que recibe el espectador. Igualmente, es razonable que el crítico reflexione por su cuenta sobre los problemas que plantea la película. Lo que no me parece bien es confundir los ámbitos y -al no separalos claramente en la redacción- dejar que el lector saque la impresión de que las opiniones del crítico están expresadas en la película, cuando no es así.
Muchas gracias y saludos cordiales.
RMNO5 - Hace 4 años
"Quizá haya entonces que regresar al origen, como una Odisea, para empezar de nuevo, mirar arriba y sellar el amor ante Dios para poder cambiar la perspectiva".
Sinceramente, en ocasiones da la impresión de que los críticos se empeñan en ver otra película o quieren moralizar lo que presenta serios reparos éticos.
SPOILER ALERT - Desvelo el final
En la iglesia derruida, los dos protagonistas declaran su amor mutuo, hasta que la muerte los separe, ante una vela encendida y una hilera de pastillas blancas.
Ella coge más de la mitad de las pastillas, se las pasa a él con un "Tú pesas más que yo" y ambos ingieren su parte. Después, sentados al atardecer, demacrados y cogidos de la mano dicen:
-Pasemos al otro lado.
-Sí, allí hay una vista mejor.
Se levantan, salen de cuadro y comienzan los títulos de crédito.
Hay que haberse caído de un guindo o ser voluntarista hasta la médula para decir que esto es "sellar el amor ante Dios para poder cambiar la perspectiva" y no un suicidio. Todo lo patético y erradamente religioso que se quiera, pero un suicidio.
FIN DEL SPOILER -
No, la película no transmite eso de que "A pesar de las tragedias, de las propias contradicciones, de los errores, se puede sacar la cabeza. Pero el mundo no es perfecto y así hay que aceptarlo y vivirlo". Tales frases son la visión de la vida del crítico, respetable y muy cierta, seguramente. Pero eso no es lo que sostiene 'Cold War'.
La guerra fría se refiere tanto a la situación tras la II Guerra Mundial como a lo que ocurre entre Wiktor y Zula. Él músico, formado y bastantante mayor que ella; la joven, atractiva y manipuladora. Cuando por fin se reúnen en París, después de dejar a sus respectivas parejas, se utilizan y se hacen daño; la convivencia se ha vuelto ya imposible cuando él le dice a ella mientras graba una canción:
- Tienes que creer en ti misma. -Y ella responde:
- No es eso. He dejado de creer en ti.
Como el amor entre los dos es imposible, y no solo por las peripecias políticas (tan bien retratadas) sino por la falta de confianza de ambos en momentos clave, su consumación es el final que he relatado en el spoiler. Se acercan impetuosamente y se separan tantas veces, voluntariamente u obligados. La única forma de permanecer juntos es esa que hace decir a Zula:
-Ahora soy tuya para siempre.
Esta trágica historia de amor se enmarca cabalmente en la Guerra Fría, la geopolítica y la pequeña que viven los personajes; con la diferencia de que los bloques están enfrentados abiertamente y los amantes ni siquieran son demasiado conscientes del daño que se infligen. Solo saben que se atraen desmesuradamente, pero nunca son dueños de sí mismos para entregarse al otro y por el otro. Por ello, la película es plenamente trágica y difícilmente admite otro final.
Pero se narra con tanta verdad y cariño (a la música, a Polonia, a todos los personajes) que resulta una experiencia enriquecedora.
En resumen, 7; recomendar.
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