
Bob Clark
67 años ()Bob Clark
Cineasta irregular
El director de cine Bob Clark nunca logró el reconocimiento de la crítica, ni tiene una filmografía impecable. Pero a pesar de su irregular carrera, podía llegar a ser un competente director, pues tiene algún que otro título valioso en su haber. La vida del desconocido cineasta tuvo un trágico final, pues falleció el 4 de abril tras colisionar frontalmente con un conductor borracho y sin licencia, cuando viajaba por la autopista con su hijo Ariel, de 22 años, que también perdió la vida en el accidente.
Nacido el 5 de agosto de 1939, en Nueva Orleáns, Benjamin Clark estudió en Hillsdale College, una prestigiosa institución de Michigan. Clark era un excelente jugador de fútbol americano, por lo que consiguió una beca deportiva que le permitió estudiar Arte Dramático en la Universidad de Miami. Allí inició una gran amistad con Alan Ormsby, guionista con el que trabajó en repetidas ocasiones. Aunque inicialmente iba para actor, pronto se dio cuenta de que destacaba más como guionista o director de otros actores. Pronto consiguió debutar como cineasta independiente con The Emperor’s New Clothes, un film olvidado de escaso presupuesto, protagonizado por John Carradine, del que poco se sabe pues jamás se estrenó. Tampoco triunfó su siguiente trabajo, She-Man comedia dramática sobre un soldado chantajeado por un violento travestí, al parecer de ínfima calidad.
Mejor fortuna obtuvo Bob Clark como director de películas de terror de serie B, con títulos como Children Shouldn’t Play with Dead Thinks (Los niños no deberían jugar con cosas muertas), un film de zombies que no llegó a España, pero que goza de cierta fama entre los incondicionales, Deathdream, y sobre todo Black Christmas, película precursora del subgénero conocido como ‘slasher’, que básicamente consiste en un psicópata que acaba progresivamente con la vida de un grupo de gente. El film se adelantó cuatro años a La noche de Halloween, que popularizó este tipo de cine.
A finales de los 70, Bob Clark dirigió Asesinato por decreto, un film muy superior al resto de su filmografía, en el que Sherlock Holmes investiga los asesinatos de Jack el Destripador, con Christopher Plummer, James Mason y John Gielgud. Si hubiera seguido dirigiendo películas así, Bob Clark sería recordado hoy en día como un excelente artesano, pero se fue por los derroteros de la comedia descerebrada. Obtuvo un gran éxito con Porkys y su secuela Porkys 2: Al día siguiente, aburridas imitaciones de Desmadre a la americana, que aunque se basaban en el humor más soez imaginable, triunfaban en el videoclub. No dirigió la tercera parte, ¡Porkys contraataca!, que tuvo menos tirón.
A continuación cambió por completo de registro con Historias de Navidad, dirigida al público familiar, y que tuvo una gran aceptación en Estados Unidos. También dirigió Rhinestone, prescindible comedia que juntaba a Sylvester Stallone y Dolly Parton y el episodio ‘El hombre del control remoto’ de la serie Cuentos asombrosos. A partir de ese momento, Clark fue relegado a producciones de medio pelo, como Sucede en las mejores familias, Unos peques geniales y su secuela: Los Superbabies. En el momento de su muerte, Bob seguía en activo, con algunos proyectos ciertamente poco prometedores como el remake de Porkys.