
Rodrigo Cortés
49 añosCómo conquistar Hollywood
Forma parte de una generación de cineastas de nueva hornada que se distingue por una fuerza visual tal que han apasionado a los ejecutivos de las “majors” estadounidenses. A Rodrigo Cortés hay que compararle con Fresnadillo o Jaume Collet Serra (La casa de cera). Estamos ante un auténtico “self made man”, se ha creado a sí mismo.
Nacido en 1973, en Pazos Hermos (Orense), la familia de Rodrigo Cortés se afincó en Salamanca desde que éste era muy pequeño. Director autodidacta, cuando tenía 16 años rodó en super-8 su primer corto titulado El descomedido y espantoso caso del victimario de Salamanca. A los 19 filmó en 35 mm Yul, un corto que recibió unos 20 premios. Poco después rodó 15 días, imaginativo y fresco cortometraje en forma de falso documental. Su protagonista es un tipo que sobrevive consumiendo artículos que luego puede devolver en las tiendas. Tuvo una enorme repercusión, y recibió un total de 57 premios internacionales.
Gracias a este corto, a Rodrigo Cortés le ficharon para rodar anuncios publicitarios y videoclips. No tardó en sacar adelante su primer largometraje, Concursante, protagonizado por Leonardo Sbaraglia. Interesantísima cinta sobre los puntos negros del capitalismo y el sistema económico, su factura visual era impresionante. Sin embargo, el film pasó injustamente desapercibido por las taquillas, y a pesar de su talento, Cortés ha estado algún tiempo en dique seco.
Nadie es profeta en su tierra. Un buen día aparece en los periódicos la noticia de que un español ha triunfado en Sundance con una película titulada Buried (Enterrado), y en su propio país ni los más enterados tienen ni idea de quién es Rodrigo Cortés. Estrenada fuera de concurso en el certamen, la prensa estadounidense se hace eco de que se forman colas de seis horas bajo la nieve para verla, y Los Angeles Times habla de que Lionsgate compró los derechos por una cifra astronómica: 10 millones de dólares.
Buried (Enterrado) es un thriller a lo Hitchcock cuya acción se desarrolla por completo en el interior de un ataúd. “Un productor de Versus me dijo que le echara un vistazo a un guión, de Chris Sparling que llevaba años y años rondando por diferentes productoras”, me contó el propio Rodrigo Cortés en una entrevista. “Me dijo que leerlo era apasionante, pero que era imposible de rodar, por lo que todo el mundo quedaba admirado pero nadie se atrevía a filmarlo. Cuando lo terminé, le llamé para decirle que teníamos que hacer la película como fuera”.