
Ida Lupino
77 años ()La gran emprendedora
La británica Ida Lupino no sólo fue una actriz sin parangón, sino que también hizo historia al convertirse en una de las mujeres pioneras en el campo de la dirección y el guión, en un momento en el que no era habitual que ellas se dedicaran a esos menesteres. Y lo cierto es que lo hizo con estilo propio y resultados sobresalientes.
Nacida en la capital británica, el 4 de febrero de 1918, Ida Lupino viene de una familia dedicada al mundo del espectáculo, pues su madre, Connie O’Shea, era actriz, y su padre, Stanley Lupino, tenía mucha fama como actor de variedades. Tras una breve aparición en el film The Love Race, en 1933 acompañó a su madre a una audición y le robó el papel que ésta quería obtener, en la película Her First Affaire.
Pero en su país natal, Ida Lupino no tuvo mucha suerte, y quedó relegada a papeles secundarios sin importancia, hasta que en 1934 dio el salto al cine de Hollywood, con Search for Beauty, seguida de títulos como Sueño de amor eterno o Sherlock Holmes contra Moriarty.
Especialmente providencial para la carrera de Ida Lupino fue su encuentro con uno de los grandes, el director Raoul Walsh, que quedó muy contento con su trabajo junto a Humphrey Bogart en el drama La pasión ciega. El cineasta volvió a reclutarla para El último refugio y The Man I Love. Con estas producciones de Warner, Ida Lupino inició en línea ascendente la década de los 40, durante la que trabajó con realizadores estrella, como Michael Curtiz (Lobo de mar) y Jean Negulesco (El parador del camino). La actriz se casó con Louis Hayward, actor que aparecía en la pantalla a su lado en El misterio de Fiske Manor, de Charles Vidor, pero no iba a estar mucho tiempo a su lado.
A finales de la década Ida Lupino se cansó en buena medida de los papeles que le llegaban, y de no estar considerada una megaestrella, como Katharine Hepburn o Bette Davis. Se autodefinía como la “Bette Davis de los pobres”. Decidió entonces promover las películas en las que quería trabajar. Así, escribió y produjo Not Wanted, que estaba dirigida por Elmer Clifton, pero éste sufrió graves problemas de salud y tuvo que dejar el rodaje. Entonces, Ida le sustituyó en diversas escenas, y aunque no apareció en los títulos de crédito, ella había comprobado que no se le daba mal dirigir.
Su primera película oficial como directora acreditada fue Never Fear, escrita con el guionista Collier Young, con quien se había casado en 1948, tras divorciarse de Hayward. Ida Lupino se convirtió en la segunda mujer admitida por el Sindicato de Directores.
Lupino se distinguía por abordar en su cine, sin recatos, temas de enorme dureza, como las consecuencias de una violación, en Outrage, donde dio un papel a su hermana Rita Lupino, a ver si ésta triunfaba en el cine, cosa que no ocurrió. Su película más importante es posiblemente El autoestopista, sobrio film noir, con Edmond O’Brien en un rol inspirado en un personaje real. A pesar de la solidez de sus trabajos, Lupino trataba de tomarse con humor a sí misma. “Si como actriz era la Bette Davis de los pobres, como realizadora soy la Don Siegel de los pobres”, comentó. Fue también la responsable de El bígamo, con Edmond O’Brien y de Ángeles rebeldes, una comedia al servicio de Rosalind Russell.
Como actriz destacan sus apariciones en On Dangerous Ground, de Nicholas Ray, Mientras Nueva York duerme, de Fritz Lang, o Junior Bonner, de Sam Peckinpah. Durante gran parte de los años 50 y 60, Lupino concentró la mayor parte de su actividad como realizadora y actriz en la televisión, en telefilmes y series como Alfred Hitchcock presenta. Acabó unida al actor Howard Duff, con quien protagonizó Mr. Adams and Eve, una comedia catódica. Estuvo en activo hasta 1978, año en el que decidió jubilarse, tras protagonizar el poco conocido drama My Boys Are Good Boys.
Mientras era tratada de un cáncer de colón, Ida Lupino sufrió un ictus que acabó con su vida, el 3 de agosto de 1995, en Los Ángeles.