
Sandrine Holt
50 añosLa modelo nativa
Esbelta y de bellos y esculpidos rasgos exóticos, no extraña saber que esta actriz londinense que ha vivido gran parte de su vida en Toronto, Canadá, nació del amor de un chino y una francesa –su auténtico nombre es Sandrine Ho–, o que ya empezó una carrera de modelo a la temprana edad de 13 años, paseándose por las pasarelas europeas.
Acostumbrarse a temprana edad a posar ante las cámaras y el público, y su especial hermosura, fueron una indudable ayuda para que su carrera en el mundo de la interpretación arrancara antes de alcanzar la mayoría de edad.
Con apenas 18 años, Dreeny, como le llaman sus amigos, hizo de nativa en Manto negro (1991), el film del australiano Bruce Beresford sobre las misiones de los jesuitas en Canadá. Su exotismo enamoró a la cámara y a los cineastas que tenían en sus filmes personajes que respondían a su perfil, lo que le llevó a Rapa Nui (1994) y La leyenda de Poca Hontas (1995), la Isla de Pascua y la mujer india más famosa de la historia estadounidense reclamaban su talento protagonista.
La buena forma física de Sandrine Holt hicieron de ella un imán para series televisivas que requerían un poco de acción. Así llegaron Matar a un ladrón, La espada de la hechicera, Las Vegas, 24. y Fugitivos. De corte muy distinto fue su presencia en la serie L, que pinta el mundo lésbico de un grupo de mujeres, quizá se fijaron en su rol en el film 1999; pero luego volvió adonde solía con Rehenes y House of Cards. Casi siempre fueron papeles secundarios, al igual que le tocó estar en secuelas de populares filmes de acción adrenalítica, como Resident Evil 2, Starship Troopers: El héroe de la federación y Underworld: El despertar. En esta línea cabe señalar su incorporación a la saga del cyborg más famoso de la pantalla, con el permiso de RoboCop, en Terminator: Génesis, sus minutos en pantalla son escasos, pero su presencia resulta indiscutible.
Casada en 2004 con Travis Huff, productor de rock, con quien tuvo una hija, el matrimonio se separó en 2011.