
Alice Braga
40 añosTalento heredado
Este bellezón brasileño ha demostrado que es mucho más que una buena presencia, con sus trabajadas interpretaciones en un par de películas para el recuerdo. A Alice Braga el talento le viene de familia.
Nacida en São Paulo, el 15 de abril de 1983, Alice Braga está vinculada al mundo del cine desde su infancia, cuando acompañaba habitualmente a los rodajes a su madre, la actriz Ana Maria Braga, y a su tía, la famosa Sonia Braga. No es de extrañar que desde niña participara en funciones escolares y rodara algún anuncio televisivo.
Aunque debutó en cine con el corto Trampolín, se concentró en sus estudios escolares hasta que Fernando Meirelles le dio el papel de Angélica, joven vecina de una violenta favela de Río de Janeiro en Ciudad de Dios, que tuvo una enorme repercusión internacional.
La joven actriz decidió dar prioridad a sus estudios universitarios, aunque esporádicamente aparecía en alguna cinta, como Cidade Baixa y Sólo Dios sabe, con Diego Luna, actor con el que se relacionó sentimentalmente durante una temporada.
Debutó en el cine de Hollywood en 2006, con El lado oscuro de la noche, thriller protagonizado por Brendan Fraser. Aunque obtuvo más éxito con Soy leyenda, donde era una superviviente a una plaga virulenta, que tras viajar con su hijo desde Maryland tras escuchar uno de los mensajes radiados del protagonista, el taquillero Will Smith, llegaba a tiempo para salvarle de una muerte segura.
Fernando Meirelles volvió a confiar en ella para un papel secundario en A ciegas, adaptación de una novela de José Saramago. La intérprete también rodó Cinturón rojo, Territorio prohibido y la cinta de ciencia ficción Repo Men. En Predators era una francotiradora israelí. También ha participado en El rito, un film sobre exorcistas protagonizado por Anthony Hopkins.
Alice Braga es conocida porque no tiene pelos en la lengua. En las entrevistas habla sobre sus opiniones políticas –estaba en contra del gobierno de Bush– o incluso critica su ciudad natal. " São Paulo tiene demasiado tráfico, demasiados edificios, demasiada gente concentrada en poco espacio. Estando allí, pierdo mi energía".