
Evangeline Lilly
44 añosPecas
Porque se puede ser guapa y simpática. Porque se puede ser atractiva y tener un sentido del humor desbordante. Porque se puede ser un famoso personaje y ser fresca y sencilla. Porque se puede tener todo.
Desde Pipi Calzaslargas no ha habido una pecosa tan famosa en la historia de la televisión. Evangeline tiene en común con su antecesora sueca la inteligencia, inquietud, espontaneidad y picardía. Trasmite la frescura de una niña que no ha querido hacerse grande, dicho sin ninguna consideración peyorativa. Sin embargo, a diferencia de Pipi, Evangeline tiene que añadir una belleza que la ha convertido en una de las mujeres más deseadas del panorama televisivo. Aún así, Evangeline no parece reparar mucho en su estupendo aspecto físico como reflejan muchas de sus apariciones públicas donde su belleza compite en igualdad de condiciones con su desenvoltura y sentido del humor. Esta sencillez y cercanía la sitúan lejos del exceso y el artificio de las celebrities hollywoodienses, un mundo por el que ella siente un nulo interés. “Mucha gente cree que lo bueno de este trabajo es la fama y la riqueza. Creo que pagas por la riqueza a través de la fama. No soy de las que cree que ser famoso es una cosa buena, o excitante, o maravillosa. Pienso que es algo más pesado, que estorba en tu vida”, señala Evangeline.
Y es que como bien dice ella, se convirtió en actriz por “accidente”. Nació el 3 de agosto de 1979 en Fort Saskatchewan (Canadá). Ni sus dos hermanas ni sus padres tenían vinculación alguna con la interpretación. Evangeline además de no tener ningún nexo con el gremio tampoco tenía interés en el tema. Pero un día, en mitad de la calle, un trabajador de la agencia de modelos Ford reparó en ella y le ofreció tun contrato. A Evangeline no le hacía especial ilusión, pero decidió que sería una buena idea para pagarse sus estudios de Relaciones Internacionales en la universidad de British Columbia. Sus años de estudiante estuvieron marcados por sus trabajos como modelo, alguna aparición en anuncios televisivos y variados trabajos ocasionales del tipo camarera, que le permitían aumentar sus ingresos durante los años de universidad. A esta ajetreada vida hay que añadir que durante sus años en el campus puso en marcha una comisión de carácter solidario en defensa de los derechos humanos. Y es que Evangeline es voluntaria desde los 14 años en proyectos relacionados con niños. Una experiencia a la que añadió la estancia con unos misioneros en la jungla filipina.
Con tanto trote parece mentira que Evangeline tuviera tiempo para alguna cosa más, pero el hecho es que lo tuvo. A los anuncios unió su aparición como extra en series de televisión como Smallville. De ahí pasó al cine, donde también mantuvo la boca cerrada en su pequeñísimo papel de estudiante en Freddy contra Jason. Algo que no importaba a Evangeline que por aquel entonces seguía viendo su trabajo en Ford como método de financiación para sus estudios Por aquellos tiempos tenía como novio a Murray Hone, un compañero del colegio que se convirtió en un jugador de hockey. La pareja se casó en 2003 y estuvo junta hasta 2005, año en que se divorciaron. Al parecer su matrimonio no iba muy bien cuando en 2004 a Evangeline le cambió la vida radicalmente. Por primera vez le ofrecieron un papel con texto. Y abrió la boca. Vaya que si la abrió. Acepó interpretar a Kate Austen en Perdidos, la serie de televisión que ha supuesto todo un fenómeno de masas a nivel internacional. Fue entonces cuando Kate se planteó ser actriz y decidió que la respuesta debía ser afirmativa. Su trabajo en la serie de J.J. Abrams le ha dado esa fama que tan poco le importa y es que a pesar de que Perdidos es una serie coral, ella ha convertido a Kate en uno de los ejes centrales de este complejo proyecto que trae de cabeza a medio mundo. Al contrario de lo que ha sucedido con algunos de sus compañeros de reparto, Evangeline no se ha vuelto loca tratando de trabajar en cine. Desde que está en la serie ha participado como secundaria en El weekend, The Hurt Locker y Afterwards. En esta última tuvo un papel algo mayor y compartió cartel con John Malkovich. Por el momento, los planes de futuro de Kate se centran en la serie, que comienza a grabar su sexta y última temporada.
Además del cambio a nivel profesional que supuso Perdidos, la simpática Evangeline también le debe el haber encontrado el amor nuevamente. La actriz conoció en la serie a Dominic Monaghan –Charlie en la ficción– con quien tiene una relación sentimental. Cabe esperar que después de que decidiera dar el paso de dedicarse a la interpretación, Evangeline continúe trabajando. Sería una pena dejar de disfrutar de esta divertida pecosa.