
Jason Biggs
45 añosEl eterno adolescente
“American Pie” le catapultó al éxito en 1999. Y ahora, como si hablásemos del mito del eterno retorno, parece que Jason Biggs sólo encuentra en las reediciones de ese origen cinematográfico la tabla de salvación para una carrera que se ha estancado progresivamente. Renovarse o morir es su dilema.
Hijo de una enfermera y de un gerente de una empresa de navíos, Jason Biggs nació un 12 de mayo de 1978 en New Jersey (Estados Unidos). Descendiente de italianos e ingleses, comenzó a actuar a la temprana edad de cinco años, gracias a sus apariciones en distintos spots a nivel nacional. Avezado deportista, llegó incluso a ganar un título estatal de lucha libre durante su último año en la escuela secundaria.
En 1991, formó parte de la sitcom Drexell's Class, pero ésta se canceló ya en la primera temporada. Ese mismo año, hizo su debut en Broadway con “Conversaciones con mi padre”, donde tenía como compañero de reparto al mítico Judd Hirsch. Esa aparición le sirvió de mucho. Tanto como para llevarle a participar en el serial As the World Turns, que ha estado en antena desde 1956 a 2010, y que cuenta las relaciones y dificultades que sufren los habitantes del pueblo ficticio de Oakdale. Por este papel estuvo nominado en los Premios Emmy, en la categoría de Mejor Actor Joven.
Después de graduarse en el instituto en 1996, estudió en la Universidad de Nueva York primero, y después en la Universidad Estatal de Montclair en New Jersey. Sin embargo, su verdadera vocación no la encontraría en los libros académicos, sino en los de los guiones. En 1997, coprotagonizó Camp Stories, otra serie de televisión. Éste sería el preludio de la tormenta de halagos, bullicio taquillero y fama que le llegó sólo dos años después.
El estreno de American Pie (1999), esa comedia irreverente y llena de clichés hecha por y para adolescentes, fue un rotundo éxito. Su actuación como Jim Levenstein sorprendió a público y crítica y eso le llevó a poder elegir nuevos roles y personajes. Pero eligió mal. Sus siguientes apariciones serían en Un perdedor con suerte (2000) y en Chicos y chicas (2000), dos comedias románticas que pasaron sin pena ni gloria. Woody Allen, con Todo lo demás (2003), tampoco fue capaz de rescatarle del encasillamiento que estaba empezando a sufrir.
El bucle de registros en pantalla siguió ese rumbo marcado, adhiriéndose inevitablemente al mismo tipo de películas. Cásate conmigo (2006), que coprotagonizó con Isla Fisher; o Una novia para dos (2008), donde formaba un triángulo amoroso con Dane Cook y Kate Hudson, fueron otro ejemplo del imparable descarrío.
Entre participación y participación en diferentes episodios de series de televisión, Biggs no dejó pasar la oportunidad de tomar parte en dos de las secuelas de American Pie. 2003 había sido el último año en el que se enfundó el traje de Jim Levenstein, hasta que, en 2012, apostó por recuperarlo del baúl de los recuerdos para protagonizar nuevamente American Pie: el reencuentro. Cual hijo pródigo que vuelve a sus comienzos, Jason Biggs se ha vuelto a apoyar en la saga cómica que le moldeó por completo. Ahora ese camino ha llegado a su irremediable fin, y es la hora de que su carrera pueda probar a relanzarse hacia otro tipo de cotas diferentes a las degustadas hasta la fecha.