Biografía de Steve Coogan (1965)

Nacido en Middleton, Greater Manchester, al noroeste de Inglaterra, el 14 de octubre de 1965, Stephen John Coogan procede de una familia de raíces irlandesas. “Cuanto más viejo me hago, más irlandés me siento”, suele decir. Sus progenitores le dieron una educación católica, y enviándole a estudiar al colegio religioso Cardenal Langley, en su ciudad natal, aunque hoy en día se define como ateo. “Tuve una infancia muy feliz con mis cuatro hermanos y mi hermana”, ha señalado en entrevistas. “Quería ir a la escuela de teatro, pero un profesor me aconsejó que no lo hiciera, porque podría darme problemas a la hora de ganarme la vida”. Pese a todo, pidió ser admitido en varias escuelas para actores de Londres, que le rechazaron, hasta que consiguió una plaza en la Escuela de Drama de Manchester.

Al salir, inició su carrera con actuaciones cómicas en directo. Comenzó a lograr un inmenso prestigio en el mundillo audiovisual como doblador habitual de Spitting Images, marionetas que representaban a conocidos personajes de la política británica, que se hicieron muy populares, e incluso inspiraron los Guiñoles, de la cadena española Canal +. Por ejemplo, prestaba su voz al muñeco del primer ministro John Major. Su rostro se hizo popular en su país con programas televisivos de humor en los que representaba a personajes como Paul Calf, típico trabajador malhablado de Gran Bretaña, y sobre todo Alan Partridge, parodia de las celebridades de la televisión británica. Casi siempre escribía él mismo los diálogos. Pero nunca quiso quedarse en el terreno de las risas. “Te encasillas”, recuerda. “Adoro hacer comedia, pero quieres hacer más cosas. Quiero hacer cosas creativas y desafiantes. Así que haces cosas fuera de tu zona de confort que impliquen riesgos. Quiero explorar la vida desde distintos prismas”.

Debutó como actor en la gran pantalla con La llave mágica, adaptación de la novela juvenil de Lynne Reid Banks, donde interpretaba a un médico militar. Tras un pequeño papel en la comedieta El agente de la condicional, el prolífico Michael Winterbottom le recluta para protagonizar 24 Hour Party People, el film que cambió su carrera para siempre. Interpretaba a un personaje real, el empresario y presentador Tony Wilson, que a finales de los 80, asiste a un concierto de Sex Pistols, lo que le inspira para crear un sello discográfico y una discoteca, con los que cambiaría el panorama musical de la época. El cineasta volvió a reclutarle, primero para encabezar el reparto de Tristram Shandy: a Cook and a Bull Story, experimental cinta inspirada por “Tristan Shandy”, el clásico de la literatura británica, imposible de llevar a la pantalla. En The Trip, también de Winterbottom, se interpretaba sí mismo, recorriendo durante varios días el norte de Inglaterra para degustar platos de sofisticados restaurantes, junto a su socio Rob Brydon. Su éxito propició otros dos largometrajes Viaje a Italia, donde repetían la jugada en el país mediterráneo, y The Trip To Spain, y la serie televisiva The Trip, donde cada capítulo está dedicado a una localización distinta.

En los 90, Steve Coogan mantuvo una larga relación amorosa con Anna Cole, abogada que se convirtió en madre de Clare, su única hija. Después de la ruptura, contrajo matrimonio en 2002 con Caroline Hickman, pero se divorciaría muy pronto, en 2005. Tras pasar un tiempo en una clínica de rehabilitación por problemas personales, ha mantenido relaciones aireadas por los tabloides británicos, con dos modelos, la estadounidense China Chow, y la británica Elle Basey.

En los últimos años Steve Coogan ha interpretado numerosos papeles secundarios, a veces en producciones de Hollywood, como en Noche en el museo, y sus dos secuelas, donde interpretaba a Octavius, reproducción de un general romano que cobra vida, como todo lo que se expone en el Museo de Historia Natural de Nueva York. En Tropic Thunder, una guerra muy perra, fue un miembro del equipo de rodaje, en María Antonieta, de Sofia Coppola, un embajador, en Peggy Jackson y el ladrón del rayo el dios griego Hades, y un activista político en la sátira In the Loop. Al mismo tiempo aparecía en diversas series televisivas, como Saxondale, Sunshine, o Happyish, poco conocidas fuera de Reino Unido.

El rey del cine independiente estadounidense, Jim Jarmusch, le reclutó como protagonista de Cousins, uno de los segmentos de Coffee and Cigarettes. También hizo un buen trabajo en la irregular La cena, de Oren Moverman, donde fue un profesor apasionado de la historia, preocupado por la falta de interés por la disciplina de los alumnos. Como protagonista destacó como el marchante de arte que se divorcia de su esposa, para desesperación de su pequeña, en ¿Qué hacemos con Maisie?, de Scott McGehee y David Siegel, donde salía airoso de su duelo con un peso pesado, la actriz Julianne Moore, tarea nada sencilla.

Pero sobre todo se lució en el drama basado en un caso real Philomena, de Stephen Frears, donde tenía al lado a otra de las grandes de la interpretación, Judi Dench. Bordaba a un periodista político cínico y descreído, que ayuda a una anciana (Dench) a buscar a su hijo, dado en adopción. Él mismo se ocupó, con Jeff Pope, del guión, adaptado del libro de Martin Sixsmith, por el que fueron premiados con el BAFTA. Además, recibió dos candidaturas al Oscar, de nuevo como libretista, pero también otra por su condición de productor, ya que el film compitió en la categoría de mejor película. “Lo que me convenció para este proyecto fue encontrar una fotografía de Martin con Philomena en un banco. Me pareció una extraña pareja. Un periodista, intelectual, de clase media, buena educación, que conoce a esta enfermera irlandesa jubilada de clase baja. Su relación me pareció curiosa”, recuerda.

Quizás, Steve Coogan llevaba a cabo su mejor trabajo en El gordo y el flaco (Stan & Ollie), de Jon S. Baird, con guión del citado Pope, donde fue Stan Laurel, la cabeza visible de uno de los dúos cómicos más famosos de la historia, que sin embargo no le había perdonado una pequeña traición a su compañero, Oliver Hardy, con problemas con el juego, también muy bien interpretado por el gran John C. Reilly. Ambos actores aprovechaban los avances en maquillaje protésico para adquirir una apariencia idéntica a los retratados, pero esto no les impedía realizar una lección de interpretación, ni les restaba expresividad. Justo a continuación, ha vuelto a acudir a la llamada del viejo amigo Winterbottom para un pequeño papel en Greed, que se anuncia como una mirada satírica al mundo de los supermillonarios. En octubre de 2015 sacó a la venta el libro “Easily Distracted”, su autobiografía.