
Angelino Fons
75 años ()Especialista en adaptaciones
El veterano cineasta Angelino Fons era todo un especialista en adaptaciones literarias. Empezó con fuerza, aunque después se dejó seducir por los cantos de sirena del cine más comercial de la Transición. Aún así, tiene en su haber algunos títulos de enorme interés. El responsable de una gran adaptación de Fortunata y Jacinta(con Emma Penella) y coguionista de La caza falleció en Madrid el 7 de junio de 2011, a los 75 años como consecuencia de los problemas cardíacos que sufría desde hace algún tiempo.
Nacido el 6 de marzo de 1936, pocos meses antes del estallido de la Guerra Civil, en la capital de España, Angelino Fons Fernández pertenecía a una familia de raíces levantinas. Pasó los primeros meses de su vida refugiado con su familia en el Liceo Francés, ya que a su padre, médico, le debía un favor el embajador francés.
Al término de la contienda, tuvo que llevar muletas durante una temporada de convalecencia, por un soplo al corazón. Para pasar el tiempo, decidió ir al cine diariamente, lo que despertó su vocación cinematográfica. Tras matricularse en la Universidad en Filología Románica, abandonó estos estudios para hacerse alumno del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (I.I.E.C.), en la misma promoción de Antonio Mercero. Apasionado de la literatura, tuvo como compañero de la facultad al escritor Fernando Sánchez Dragó, que también intentó entrar en el I.I.E.C. sin conseguirlo.
Tras varios cortos, uno de sus profesores del I.I.E.C, Carlos Saura, le llama para que colabore con él en el guión de La caza, que acabó siendo una de las películas emblemáticas del tardofranquismo. También escribió para él Peppermint Frappé y Stress es tres, tres.
Angelino Fons concilió sus dos grandes pasiones, el cine y la literatura, en su primer largometraje como realizador,La busca, impecable adaptación de la novela con la que Pío Baroja abrió la trilogía "La lucha por la vida". Y aunque rodó un subproducto musical, Cantando a la vida, al servicio de Massiel, de moda tras ganar Eurovisión, Angelino Fons volvió a las adaptaciones literarias con Fortunata y Jacinta, una gran adaptación de la novela de Benito Pérez Galdós que también dio lugar diez años después a una serie televisiva quizás más conocida.
Tras la poco conocida La primera entrega de una mujer casada, volvió al universo de Galdós con Marianela, protagonizada por Rocío Dúrcal.
En este punto, la carrera de Fons parecía ir hacia arriba, pero a mediados de los 70 empezó a declinar. Rodó la fallida Separación matrimonial, con guión del estrambótico Carlos Pumares, Mi hijo no es lo que parece, comedia musical con muy poco encanto con Celia Gámez y Esperanza Roy, De profesión: polígamo, apuntándose al cine picarón de la época, y Emilia... parada y fonda, fallida adaptación de la novela de Carmen Martín Gaite, que explotaba el cuerpo desnudo de Ana Belén.
Por último tocó fondo con El Cid Cabreador, su última película de cine, una infumable comedieta histórica, concebida como imitación de la fórmula de Cristóbal Colón, de oficio... descubridor, que rodó el año anterior Mariano Ozores, igual de mala, pero con mucha más gracia.
Posteriormente, Fons rodó ocasionalmente episodios televisivos –uno de La huella del crimen y otro de Crónicas urbanas–, y algún programa como Vivir cada día. También escribió algún libro como "Don Quijote y el cine".