
Robby Müller
78 años ()Maestro de la luz
Cuando se observa la lista de cineastas con los que ha trabajado Robby Müller, se advierte enseguida que no era un artista al uso.
No hay nombres supercomerciales en esa lista, y no se trata de una postura snob, sino de una sensibilidad especial de este “maestro de la luz”, el más conocido de los directores de fotografía holandeses. Aseguraba Müller que “cuando escojo trabajar en una película, lo más importante para mí es que trate de sentimientos humanos. Procuro trabajar con directores que quieren que sus películas influyan en el público, y hacer que la gente converse sobre qué trata la película mucho tiempo después de que hayan abandonado la sala.”
Esta artista profundamente humanista nació en Curaçao, en las Antillas Holandesas, en 1940. En los años 60 estudió en la Academia de Cine y Televisión de Amsterdam. Tenía talento, y enseguida pudo dedicarse a la fotografía como ayudante de operador, y hacer algunos cortos en 1965.
El cineasta a cuya carrera está más ligado su nombre es el del alemán Wim Wenders. En 1972 hace la fotografía de El miedo del portero ante el penalti, y seguirán muchos más títulos, algunos tan importantes como Alicia en las ciudades (1974), Movimiento en falso (1975), El amigo americano (1977) –con la referencia pictórica de los cuadros de Edward Hopper– y Paris, Texas (1984) –donde según Wenders la opción compartida fue "atacar sin modelos estéticos, sin un Walker Evans ni un Edward Hopper, nuestro lema era: ni una sola referencia al cine, íbamos a enfrentarnos al paisaje"–.
Pero hay más. Con Jim Jarmusch hará Bajo el peso de la ley (1986), Mystery Train (1989), Dead Man (1995) o Ghost Dog. El camino del samurái (1999). Jarmusch aseguraba que con él “he aprendido de muchas cosas, sobre hacer cine, sobre la vida en general, sobre la luz, y sobre registrar y capturar cosas que ocurren en el momento, y a confiar en mi instinto”.
Resulta brillante, tanto con el blanco y negro –para Andrzej Wajda hizo la maravillosa Korczak (1990), sobre los campos de exterminio nazis, que sin duda influyó a Janusz Kaminski en La lista de Schindler de Spielberg– como en el color –Vivir y morir en Los Ángeles, de William Friedkin–, nada se le resiste; pero uso uno u otro, se trata siempre de una elección estética, no caprichosa o comercial.
El danés Lars Von Trier aprovechará su talento en títulos esenciales de su filmografía, como son Rompiendo las olas (1996) y Bailar en la oscuridad (2000). Otra muesca internacional en su trabajo es la neozelandesa Sally Potter, para ella fotografía La lección de tango (1997).
El último largometraje de Müller fue 24 Hour Party People (2002), de Michael Winterbottom. Su salud estaba muy deteriorada por una demencia vascular, la enfermedad de Binswanger, y de hecho no pudo acudir a recibir el premio que sus colegas de la ASC (la Asociación Americana de Cinematógrafos) le concedió en 2013, Wim Wenders le representaría en un acto celebrado más tarde en Amsterdam. Le sobrevive su esposa Andrea.