
Wes Bentley
45 añosEnfrentado a sus dragones
Podía haber dado más de sí, pero sus problemas personales casi dieron al traste con su carrera. Ahora, Wes Bentley ha conseguido salir del hoyo, y lucha por seguir adelante.
Nacido el 4 de septiembre de 1978 en Jonesboro (Arkansas), Wesley Cook Bentley fue el tercero de los cuatro hijos del matrimonio formado por David y Cherie, ambos predicadores metodistas. Como tantos otros, mucho antes de hacer cine hacía sus pinitos en las representaciones teatrales de su instituto de Arkansas. Soñaba desde joven con ser actor de Hollywood, así que decidió prepararse para ello en la Juilliard School de Nueva York.
Debutó en el cine con Beloved, de Jonathan Demme, donde aparecía brevemente como sobrino de un profesor. Tenía mucho más papel en la poco inspirada White River Kid, donde el título hacía referencia a su personaje, joven criminal que secuestra a dos pícaros (Antonio Banderas y Bob Hoskins).
Poco después daba la campanada en American Beauty, donde realizó una memorable interpretación secundaria como Ricky Fitts, introspectivo hijo del vecino (un militar encarnado por Chris Cooper), que trafica con marihuana.
Aunque a Bentley no le tocó ninguna de las ocho nominaciones al Oscar cosechadas por la película (ganó finalmente cinco), obtuvo cierta popularidad y un gran prestigio en el mundillo. Sin embargo, como reconoció después, cayó en el infierno de las drogas, lo que le permitía actuar sólo de forma esporádica, según terribles confesiones posteriores, lo necesario para pagar las facturas y a sus camellos.
Obtuvo un papel significativo en El perdón, dirigida por Michael Winterbottom, y estuvo junto a Heath Ledger en Las cuatro plumas (2002), una adaptación más de la famosa novela de aventuras coloniales de A.E.W. Mason. Fue también el enemigo de Nicolas Cage en El motorista fantasma, y un peligroso perturbado en la cinta de terror Párking 2.
Se enamoró de la actriz Jennifer Quanz, compañera de reparto en Carving Out Our Name, con la que contrajo matrimonio. Pero el problema del actor con los narcóticos fue en aumento, hasta el punto de que acabó divorciándose y mudándose solo a un apartamento, donde empeoró. Le detuvieron en 2008, y el juez le hizo entrar en un programa de rehabilitación, pero no se lo tomó muy en serio.
Por fin, en 2009 terminó aceptando que tenía un problema. Se propuso ponerse bien y entró de nuevo en rehabilitación con más ganas. Volvió a conocer el amor, y se unió a la productora Jacqui Swedberg, con la que tuvo un niño. Además, intentó retomar su carrera, primero en el teatro, con la obra "Venus in Fur", de David Ives, que se representó en Nueva York.
Roland Joffé, veterano director de la misión, confió en él para un papel difícil en Encontrarás dragones, donde era Manolo, amigo de la infancia del fundador del Opus Dei, que abandona el seminario y se deja invadir por el odio y el rencor. Asegura el actor que la trama esperanzadora del film le ayudó a enfrentarse a sus propios dragones.
Ahora, Bentley encara su futuro con optimismo. De momento no le va mal, pues le han fichado para interpretar al malvado Seneca Crane, promotor principal de la cruel competición a la que alude el título en Los juegos del hambre, una producción que llega a los cines con fuerza. En Lovelace, encarna a Larry Marchiano, esposo de la estrella del porno protagonista.