
Sophie Marceau
56 añosLa femme
Sophie Marceau es una actriz muy famosa en Francia, que ha sabido exportar su talento más allá de las fronteras de su país. Sin embargo, no quiere abusar del terreno internacional, pues ella es muy feliz trabajando en casa. Tanto dentro como fuera ha dado muestra de su sensualidad y de la extraordinaria capacidad que tiene para desdoblarse y ser la melancolía personificada o la espontaneidad y la frescura.
Sophie Marceau nació el 17 de noviembre de 1966 en París. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 9 años, un tiempo en el que todavía no había mostrado el más mínimo interés por la interpretación. De hecho, nunca se planteó ser actriz hasta que una casualidad de la vida la colocó en el punto de mira del director Claude Pinoteau. Acudió con su madre a una agencia de modelos después de enterarse de que el cineasta buscaba nuevas caras para su próxima película. Y Pinoteau eligió a Sophie para protagonizar La fiesta (1980), una cinta francesa para adolescentes que tuvo mucho éxito, por lo que dos años después rodó su secuela, también con Marceau como protagonista. La joven entró a la grande en el mundo de la interpretación y decidió continuar con la oportunidad que le acababa de brindar el cine. Así, en 1984 se rodeó de los grandes de su país Gérard Depardieu, Philippe Noiret y Catherine Deneuve, para rodar el drama biográfico Fort Saggane. Para entonces, Marceau ya había dado muestra de su sensualidad. Desde el primer momento, sus compatriotas vieron su lado más físico, del que nunca se ha podido separar. El cine ha sabido explotar este punto en títulos como Simpático y caradura (1984), donde a modo de Lolita traía de cabeza a Jean-Paul Belmondo. Quien supo explotar esta faceta irresistible fue Andrzej Zulawski, con quien trabajó en L’amour braque (1985), Mes nuits sont plus belles que vos tours (1989), La note bleue (1991) y La fidelidad (2000). Con Zulawski además, tuvo una relación sentimental fruto de la cual nació su hijo Vincent el 24 de julio de 1995.
A estas alturas la fama de Marceau en Francia era incuestionable. Fue entonces cuando decidió enfrentarse al típico reto que se proponen muchísimos de los actores no hollywoodienses: probar suerte en Estados Unidos. Allí rodó a las órdenes de Mel Gibson Braveheart (1995), donde era la amada del susodicho, ya que interpretó a la valiente y aguerrida princesa Isabel. Y es que fuera de las fronteras francesas, las cosas no le han ido mal a Sophie, quien también ha trabajado para Wim Wenders y Michelangelo Antonioni en Más allá de las nubes (1995), ha compartido cartel con Michelle Pfeiffer, Christian Bale y Rupert Everett en El sueño de una noche de verano de William Shakespeare (1999) o ha sido chica Bond en El mundo nunca es suficiente (1999). Pero a Sophie nunca le ha obsesionado Hollywood, es más, afirma que cree que ha dejado pasar varias oportunidades por no doblegarse al sistema de trabajo norteamericano, que según ella exige una implicación total. Y es que por aquellos entonces, Sophie tenía más cosas en la cabeza que la interpretación. En el terreno personal no sólo tenía que ocuparse de su hijo Vincent, sino también de Juliette, que nació el 13 de junio de 2002. La niña es fruto de su relación con Jim Lemley, que ejerció de productor en Anna Karenina (1997), adaptación literaria de la obra de Leo Tolstoy que protagonizó Marceau.
Poco antes del nacimiento de Juliette, Sophie cedió ante otra de sus inquietudes y debutó como escritora con la publicación de la novela de corte autobiográfico “Telling Lies”. Fueron estos unos años de gran actividad en su vida, tanto personal como profesional, pues a lo anteriormente citado hay que unir que en 2002 Marceau debutó como directora y guionista con Parlez-moi d’amour, un drama sobre un matrimonio que se separa después de 15 años. La experiencia le gustó y la repitió en 2007 con La disparue de Deauville. En esta ocasión, la actriz también se reservó el papel protagonista de una intérprete fallecida que se aparece a un policía. El inmortal Christopher Lambert encarnó al agente y puede presumir de ser en la vida real la última conquista de Marceau, pues tienen una relación.
Dado que Hollywood para ella no es la gallina de los huevos de oro, no es raro que haya seguido trabajando de manera continua en su Francia natal. Allí ha rodado thrillers como El secreto de Anthony Zimmer (2005) o comedias dramáticas como LOL (Laughing Out Loud), dos buenos y opuestos ejemplos de lo que puede dar de sí la faceta alegre con un toque melancólico y sexy de la madura Marceau. Ahora acaba de rodar junto a Monica Bellucci Ne te retourne, donde tratará de descubrir quién es realmente. También ha vuelto a los brazos de su querido Christopher para protagonizar L’homme de chevet, un drama donde ella interpreta a una tetrapléjica y él a un ex boxeador alcohólico. Los años pasan pero Sophie sigue teniendo el mismo embrujo de siempre. Su espontaneidad juvenil no cede y sigue compitiendo en importancia con su halo taciturno y melancólico.
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El sueño de una noche de verano de William Shakespeare
1999 | William Shakespeare’s A Midsummer Night’s Dream