
Dominique Pinon
65 añosDominique Pinon
Cara de goma
Actor fetiche de Jean-Pierre Jeunet, Dominique Pinon tiene un físico particular que ha sabido explotar para retratar a personajes bizarros y poco convencionales. Su cara parece de goma porque es capaz de poner las muecas más estrambóticas.
Nacido en Saumur (Francia), el 4 de marzo de 1955, empezó ofreciéndose a numerosos jóvenes realizadores para sus cortos. Su primer largo fue el thriller La diva, donde aparecía brevemente como sacerdote, y poco después fue uno de los vecinos de Gérard Depardieu, en El regreso de Martin Guerre. También intervino brevemente en Frenético, de Roman Polanski, junto a Harrison Ford.
Entre sus primeros papeles destaca el antiguo conocido del protagonista que le pide dinero para evitar la cárcel, en La leyenda del Santo Bebedor, de Ermanno Olmi. Además, desde los años 80, Pinon se prodigó en el teatro, con gran éxito.
Dominique Pinon parecía destinado a interpretar secundarios toda su vida hasta que en 1991 fue escogido por Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro para interpretar al protagonista, un artista de circo que se muda a un sospechoso edificio en Delicatessen. Su apariencia singular le venía al pelo a la atmósfera surrealista del film.
Puesto que demostró ser ideal para los personajes estrafalarios de los realizadores, ambos le volvieron a reclutar para interpretar a los clones de La ciudad de los niños perdidos. A las órdenes de Jeunet en solitario fue un mercenario en silla de ruedas en Alien Resurrección, y realizó un trabajo memorable como ex novio celoso de una camarera, que se pasa el día espiándola en el bar, en Amelie. Desde luego, Jeunet no es capaz de dar un golpe de claqueta sin él, como si su ausencia le fuera a dar mala suerte, pues le convirtió en tío del personaje de Audrey Tautou en Largo domingo de noviazgo y Fracasse, el tipo obsesionado con batir el récord de hombre bala, en Micmacs.
Por su parte, Caro también reclutó a Pinon para su fallido debut en solitario, la cinta futurista Dante 01.
Fuera del particular universo de estos realizadores, la carrera de Pinon no ha brillado de igual forma. A veces le han escogido realizadores claramente influidos por la estética de Jeunet, como Javier Fesser, que le dio el rol del superagente Fredy Mazas, en La gran aventura de Mortadelo y Filemón, o los hermanos Esteban y José Miguel Ibarretxe, que le hicieron cabo del ejército en Sabotage!, fallida comedia en tiempos de Napoleón. Otros españoles le han dado papeles, como Álex de la Iglesia, en Los crímenes de Oxford, y el madrileño Grojo, en La luna en botella.