
Douglas Slocombe
103 años ()Douglas Slocombe
Premios: 0 Oscar (más 3 nominaciones) Ver más
Del fotoperiodismo a Indiana Jones
Ha muerto en su ciudad natal, Londres, a la avanzada edad de 103 años, el director de fotografía Douglas Slocombe. Una caída aceleró su fallecimiento. Veterano maestro de la luz, su carrera arranca con las comedias de la Ealing, y termina con las películas aventureras de Indiana Jones. Su arte lo puso al servicio de un cine pensado para una amplia mayoría.
Con casi 80 películas, logró 3 nominaciones al Oscar, por títulos dirigidos por auténticos maestros, George Cukor –Viajes con mi tía (1972)–, Fred Zinnemann –Julia (1977)– y Steven Spielberg –En busca del arca perdida (1981)–. Además para el Midas de Hollywood hizo la fotografía de otras dos películas de Indy, Indiana Jones y el templo maldito (1984) e Indiana Jones y la última cruzada (1989), siendo ésta la última, precisamente, película, en la que trabajó. Con los BAFTA tuvo más suerte, ganó 3, de 11 nominaciones.
Douglas Slocombe nació en Londres en 1913. Su primera ligazón profesional con el mundo de la imagen vino con el fotoperiodismo, cuando su cámara servía foto fija para las revistas Life y Paris-Match en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Sin duda influyó en su dedicación que su padre George era corresponsal en París del Daily Herald, ciudad en la que pasó algunos años.
Curiosamente el estallido de la contienda le llevó a familiarizarse con el uso de las cámaras de cine para la realización de noticiarios bélicos. Slocombe, por ejemplo, se encontraba filmando en Varsovia el 1 de septiembre de 1939, y también en Danzig tomó imágenes del mismísimo Goebbels. De modo que cuando el disparo de las armas cesó en 1945, él siguió con la cámara de cine, logrando ser fichado por los Estudios Ealing, especializado en comedias amables, gracias a la mediación de Alberto Cavalcanti.
Allí empezó con Al morir la noche (1945), y destacaba por imprimir a la fotografía en blanco y negro un tono realista, lo que se advierte en títulos como Ocho sentencias de muerte (1949), Oro en barras (1951) y El hombre vestido de blanco (1951). Con Alexander Mackendrick se entendió muy bien, e hizo para él también Mandy (1952), y ya en color, la aventurera Viento en las velas (1965).
Aunque Ealing le ayudó a crecer, Slocombe buscó la independencia. Con su estupendo blanco y negro fue responsable de las imágenes de Freud, pasión secreta (John Huston, 1962) y El sirviente (Joseph Losey, 1963). También sin su estudio de cabecera entregó la fotografía en color de títulos como El baile de los vampiros (Roman Polanski, 1967), El león en invierno (Anthony Harvey, 1968), Un trabajo en Italia (Peter Collinson, 1969) y Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973), que dan idea de su versatilidad, pues poco tienen que ver a la hora de iluminarlas una comedia vampírica, una trama histórica, una cinta de acción con persecuciones automovilísticas, los famosos Minis, y un moderno musical ambientada en los tiempos de Cristo.
Uno de sus trabajos más celebrados lo constituye sin duda El gran Gatsby (Jack Clayton, 1974), supo dar al relato de Fitzgerald el tono romántico y lánguido que requería. Pero su apertura al cine popular nunca cesó, como demuestra su trabajo para una cinta de 007, Nunca digas nunca jamás, y una colaboración con Steven Spielberg que arrancó con su ayuda para una de las escenas de Encuentros en la tercera fase (1977), y que siguió con las tres primeras películas de Indiana Jones.
En los años 80 Douglas Slocombe sufrió desprendimiento de retina, lo que derivó en una situación próxima a la ceguera, que sin duda tuvo que resultar muy dolorosa para alguien que se ganaba la vida registrando imágenes con la cámara. Su esposa Muriel, con la que se casó en 1961, falleció en 2013, y les sobrevive su única hija, Georgina.
Nominado a 1 premio
- Fotografía En busca del arca perdida
Nominado a 1 premio
- Fotografía Julia (1977)
Nominado a 1 premio
- Fotografía Viajes con mi tía