
Jared Harris
62 añosCon acento británico
Clasificar a Jared Harris dentro de un estilo interpretativo supone demasiado atrevimiento. Este británico se ha hecho famoso por interpretar personajes variados y únicos, pasando por películas de las llamadas independientes hasta cintas del circuito más comercial. En la serie televisiva “Mad Men” ha sabido moldear su personaje con tal maestría que la admiración de la crítica por su trabajo ha sido unánimemente positiva. Y lograr eso es una tarea cuanto menos complicada.
Jared Harris Francis nació el 24 de agosto de 1961 en Londres (Inglaterra). El seno de su familia estuvo siempre embriagado por el perfume de la interpretación, ya que es hijo del famoso actor irlandés Richard Harris y de la actriz Elizabeth Rees. Su hermano mayor es el director Damian Harris, y el menor de la casa, Jamie Harris, también ha sido actor. Por estirar esta relación familiar hasta el infinito y más allá, incluso su madrastra Ann Turkel fue actriz.
Una infancia marcada por extensos años en un internado desembocaría tiempo después en su estancia en la Universidad de Duke, donde estudió drama y literatura. Tras lograr su título, se pasó al teatro gracias a la compañía de teatro Royal Shakespeare, donde consiguió empezar a foguearse gracias a las eternas obras “Hamlet” o “La mujer silenciosa”.
Un papel secundario en Seducir a Raquel (1989), donde le dirigía su hermano mayor, fue la llama que prendería el cohete en el que se acabaría convirtiendo la vida profesional de Harris. Pasarían tres años hasta lograr un despegue definitivo en el “mundillo”, cuando entre 1992 y 1995 enlazó hasta nueve películas en su haber. En ese lote, y a pesar de que sus participaciones eran aún menores, destacó la oscarizada El último mohicano (1992), la sangrienta Asesinos natos (1994), el film de historias cruzadas Smoke (1995) y el western Dead Man (1995).
En el nostálgico y biográfico drama de Yo disparé a Andy Warhol (1996) cogió algo más de renombre entre el público al interpretar al propio Warhol. Y no lo hizo nada mal. Tanto como para repetir en otras ocasiones diferentes apariciones en películas independientes. De hecho Yo disparé a Andy Warhol podría perfectamente clasificarse bajo ese término. Y así lo serían también la comedia negra Sunday (1997), la tragedia cómica y nominada a mejor guión en los Globos de Oro Happiness (1998), Shadow Magic (2000) o Cómo matar al perro de tu vecino (2002).
Dos grandes altos en el camino han de suponer las interpretaciones en La momia (Trance) (1998), que le llevó a lograr el premio al mejor actor en el Festival de cine fantástico de Sitges; y después en el pretencioso thriller B. Monkey (1998), que supuso una constatación de que la crítica hacía ya tiempo que tenía los ojos puestos en él. “Jared Harris se está convirtiendo en uno de los actores más fascinantes del momento”, señaló fervientemente Anita Gates, de The New York Times, a propósito de su papel en B. Monkey.
Con el paso de los años, también acabó entrando en el juego de las comedias fáciles, incluso siendo un género con el que no se identifica especialmente. Ejemplos de ello son las intrascendentes Un lío padre (1997) o Dummy (2003).
Doctor que desencadena el virus zombie en Resident Evil: Apocalypse (2004), roquero desdeñado en La joven del agua (2006) y una de las figuras paternas del regresivo Benjamin en El curioso caso de Benjamin Button (2008) fueron otra prueba más de que el status de Harris no hacía otra cosa que crecer con el irrefrenable paso de los años. Y eso que cuando era un crío, ser actor no era para nada una de sus preferencias.
Sus últimas y más recientes apariciones cinematográficas han sido como Profesor Moriarty en Sherlock Holmes: Juego de sombras (2011) y Ulysses S. Grant en el drama histórico Lincoln (2012), dirigido por Steven Spielberg. Se le podrá ver en 2013 en la futurista y fantástica cinta Cazadores de sombras: Ciudad de hueso (2013), basada en la obra de la escritora Cassandra Clare.
Mención aparte ha de hacerse para su participación en la pequeña pantalla. Ya había probado el gusto de la televisión al encarnar de manera excepcional a John Lennon en la TV movie Two of Us (2000) y al rey Enrique VIII en The Other Boleyn Girl (2003). Apariciones más o menos esporádicas en series como Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales (1999), The Riches (2008) o en Fringe (2008) solamente serían el anticipo del que se podría considerar uno de los grandes papeles de toda su carrera, tras ponerse en la piel de Lane Pryce en la todopoderosa Mad Men (2007).
“Es la mejor serie de la televisión. Nunca tienes idea de qué va a pasar con tu personaje ni con la trama. Y mi personaje no es una excepción. Absolutamente genial”, señalaba el actor, a pesar de haber acabado con su participación en dicha ficción. Su camino, dada la versatilidad que ha demostrado hasta la fecha, no está sujeto a ningún trazo dominante. Ni el teatro ha escapado a los intereses de Harris, quien mantiene una relación sentimental con la presentadora de televisión Allegra Riggio. Antes estuvo casado, y se divorció posteriormente, con la también actriz Emilia Fox.