
Roscoe Lee Browne
81 años ()Una voz de cine
Era uno de esos rostros secundarios que dan empaque a un proyecto televisivo, cinematográfico y teatral. Su voz le había convertido en un gran contador de historias.
Un cancer acabó el 11 de abril con la vida de Roscoe Lee Browne a los 81 años. El nombre puede sonar poco al gran público, pero su carrera como actor aglutina más de cuarenta años. Su mundo fue la televisión, el cine y el teatro, aunque sin olvidar la poesía, su gran pasión. Según dicen muchos, como Sidney Poitier, era un auténtico place oírle recitar, y es que Lee Browne contaba con una poderosa voz. Debido al doblaje, en España no se pudo disfrutar de esa voz que, infatigable, le ha acompañado hasta los últimos días de su carrera.
Roscoe Lee Browne nació el 2 de mayo de 1925 en Woodbury, Nueva Jersey. Hijo de un sacerdote baptista, participó en la Segunda Guerra Mundial. Tras la contienda se licenció en la Universidad Lincoln de Pensilvania, donde más tarde ejerció como profesor de francés y literatura comparada. Sus aptitudes también pasaban por el deporte, y concretamente, por el atletismo, que le propició triunfos internacionales. No fue hasta mediados de los cincuenta cuando decidió que quería ser actor profesional. Así que dejó su trabajo en una empresa de vinos para subirse a las tablas de un escenario. Desde aquel momento su carrera estuvo salpicada de trabajos en el teatro, el cine y la televisión. Como actor teatral fue nominado al Tony por su papel secundario en ‘Two Trains Running’ (1992), de August Wilson. La televisión le sirvió para ganar dos premios Emmy. En sendas ocasiones fue premiado por su aparición como actor invitado en las series La hora de Hill Cosby (1984) y Barney Miller (1975). Su currículum televisivo incluye series como Bonanza, El planeta de los simios, Starsky y Hutch, Autopista hacia el cielo, Falcon Crest, Urgencias o Ley y orden.
Gracias a la televisión, especialmente, el rostro de Lee Browne era familiar. La dificultad de relacionarlo con un nombre erradicaba en que la mayor parte de sus papeles fueron secundarios, lo que probablemente ayudó a su prolífica carrera. En el cine debutó en 1962 con el drama La conexión. La falta de papeles protagonistas no le impidió trabajar con grandes nombres del cine como Richard Burton, Elizabeth Taylor, Alec Guinness y Peter Ustinov en Los comediantes (1967); a las órdenes de Alfred Hitchcock en Topaz (1969); o bajo la batuta de William Wyler en No se compra el silencio (1970). Ellos enriquecieron una filmografía caracterizada por la variedad de géneros. Lee Browne pasó por el western con John Wayne en John Wayne y los cowboys (1972); por la comedia familiar en el título de Disney El hijo de la jungla (1973); por el thriller en Alerta: misiles (1977), donde coincidió con Burt Lancaster; por la acción en Super Fly T.N.T. (1973); por la comedia en Peligrosamente juntos (1986), donde trabajó con Robert Redford, Debra Winger y Daryl Hannah; y por la aventura con El guerrero del bosque (1996), protagonizada por Chuck Norris.
Su voz resultó ser una gran aliada en su trabajo como actor, cosa que pronto comprendió Lee Browne que, a pesar de su avanzada edad, pudo seguir trabajando gracias a ella. Los trabajos como narrador se habían sucedido en su carrera, pero fue en los últimos años de vida cuando cobraron más fuerza. Cuando la moda está en doblar a dibujos animados, cosa que hizo en 1994 con el malvado Kingpin de la serie de dibujos animados Spiderman, él destacó por ser el contador de historias. Así lo demostró en títulos como las dos entregas del cerdito Babe, la cinta de animación El planeta del tesoro (2002), Garfield 2 (2006) y Epic Movie (2007). Películas que le mantuvieron ligado al mundo del cine hasta poco tiempo antes de morir.