
Luke Wilson
51 añosImpulsos intuitivos
A Luke Wilson no le va el cine serio y convencional, prefiere lo original y lo ligero, las producciones independientes y los blockbusters más taquilleros. Su carrera parece algo loca y contradictoria, y en buena medida lo es porque se ha construido a golpe de impulsos. Al igual que su hermano Owen y que su primo Jack Black, tiene un talento innato para la comedia. ¿Será genética, educación o pura casualidad?
Se diría que la respuesta tiene más que ver con la genética. Lo de la actuación le llegó de forma innata, por simple gusto personal, por capricho del destino: “Yo era un estudiante de historia del arte pero lo que realmente me gustaba era el cine. Nunca he estudiado interpretación. Simplemente surgió así”. Empujado por los vientos del deseo y la vocación, Luke se embarcó en un cortometraje con su hermano Owen Wilson y el rarito de Wes Anderson. El proyecto fue un éxito y dos años más tarde, en 1996, estaban estrenando una película del mismo nombre: Bottle Rocket (Ladrón que roba a otro ladrón).
Con este director volvería a trabajar en Academia Rushmore y Los Tenenbaums, aunque con papeles más secundarios que en su opera prima. Gracias a Anderson aprendió a disfrutar de las pequeñas producciones, de las películas que se centran en los personajes: “Me encantan las explosiones y las persecuciones, pero creo que estoy más conectado con pequeños proyectos y comedias”. En esta línea ha participado en obras independientes como La joya de la familia o The Skeleton Twins y en locas comedias del estilo de Una rubia muy legal. Además, esta inquietud por los personajes la plasmó, aunque sin mucho éxito, en la única película que ha escrito y dirigido: Un caradura de confianza.
Su carrera se ha construido a base de intuición y oportunidades, y por eso ha participado en películas tan dispares y de tan diferente calidad. Para algunos Los ángeles de Charlie ha sido un error, pero seguramente para él habrá sido un dulce entretenimiento, una gamberrada. Solo así se explican los saltos entre películas como las de Wes Anderson a cosas como Mi super ex novia o Nena, olvídame.
No ha alcanzado el reconocimiento de su hermano o de su primo, pero Luke Wilson es un hombre que se divierte con su trabajo. Provocar la risa es una de sus grandes metas como actor, pero también ha participado en algún que otro drama, siempre de corte independiente, para no encasillarse en el género de la comedia. Un intento, por ahora, en vano.