
Shirley Temple
85 años ()Premios: 1 (más 1 premios) Ver más
Ricitos de oro
Fue la niña prodigio más famosa de las pantallas, precursora de otras pequeñas estrellas, como Elizabeth Taylor o Judy Garland. En los años 30 era el prototipo ideal de la niña que todos los espectadores querrían tener. Su pelo rubio rizado se convirtió en un icono de la pantalla. Aunque no mantuvo el tirón popular cuando creció, se convirtió en una eficaz secundaria, y participó en producciones de gran calidad. La actriz ha muerto a los 85 años de edad en su residencia de Wooside (California). "Estaba rodeada por sus seres queridos y cuidadores", según un comunicado de la familia.
Shirley Jane Temple nació el 23 de abril de 1928 en Santa Mónica (California). Nada más aprender a caminar, empezó a recibir clases de baile. Ya era capaz de ejecutar coreografías de ballet a los 3 años, cuando debutó en la gran pantalla, con Kid’s Last Stand, aunque el film con el que alcanzó la fama fue Stand Up and Cheer, un musical protagonizado por Warner Baxter. Firmó un contrato con Fox, compañía que no dudó en aprovechar la buena aceptación de la pequeña, colocándola al frente de numerosos títulos, como Dejada en prenda, donde era una niña a la que su padre dejaba como señal de una deuda de juego a varios tahúres. Uno de ellos, Sorrowful Jones, se hace cargo de la niña y acaba encariñándose de ella. Interpretaba a este personaje Adolphe Menjou, uno de los actores más famosos de la época, que tenía problemas durante una toma para decir una frase que se le había atragantado. Cuentan que la pequeña pero avispada Shirley Temple se acercó al director y le preguntó si era demasiado tarde para sustituir a Menjou en la película.
Otro de sus mejores títulos es La pequeña coronela, donde logra ganarse el cariño de su abuelo (Lionel Barrymore), un coronel cascarrabias del ejército del sur, que había dejado de hablarse con la madre de la niña, por casarse con un soldado del norte. Temple encadenaba los rodajes de filmes amables que alegraban el día a los espectadores, en los duros años de la Gran Depresión, como La pequeña princesa, La simpática huerfanita, Pobre niña rica, Rebelde y Heidi, adaptación de la famosa novela de Johanna Spyri. Fue dirigida por el mismísimo John Ford, en La mascota del regimiento, título menor del cineasta, que retomó a la actriz para Fort Apache, una de sus grandes películas.
Otro de los grandes directores de la época, Henry Hathaway, dirigió a Temple en Ahora y siempre, con Gary Cooper y Carole Lombard, una pareja de estafadores que empiezan a regenerarse cuando él tiene que hacerse cargo de la niña, que era hija suya. Rodaba a un ritmo tan rápido que lógicamente no tuvo una infancia convencional. “Mi niñez se terminó a los cinco años, cuando fui a ver a Papá Noel a un centro comercial y me preguntó si podía darle un autógrafo”, explicó la actriz. Aunque ella ha declarado que era una niña feliz, se comenta que a veces se utilizaban con ella tácticas poco ortodoxas. Se rumorea que una vez que tenía que llorar en una secuencia, le dijeron que se había muerto su madre.
Fue una niña tan popular que se vendían como rosquillas las muñecas con su imagen. En la ceremonia de los Oscars de 1934 le entregaron un premio especial, por su contribución al mundo del entretenimiento. Se le escapó la oportunidad de protagonizar El Mago de Oz, de Metro, pero Fox se negó a ceder a la joven actriz, por lo que al final fue reemplazada por la inolvidable Judy Garland. Fox empezó a preocuparse porque cuando Shirley se hizo adolescente, empezó a resentirse la taquilla, por lo que no sabían en qué tipo de producciones debían contar con ella. “Yo era la chica de catorce años más vieja del mundo”, recuerda Temple.
A finales de los 40, se retiró del cine, aunque durante mucho tiempo presentaba algunos programas televisivos o aparecía de invitada en otros. También ejerció diversas tareas diplomáticas.