
Ana Fernández
60 añosPremios: 1 Goya Ver más
Discreta sevillana
Desde sus comienzos, Ana Fernández se ha forjado una sólida carrera cinematográfica sin llamar la atención. Lo suyo es el trabajo discreto, profesional, con querencia por papeles muy sobrios y realistas.
Para la gran mayoría de los aficionados al cine, la actriz Ana Fernández será siempre María, la mujer desamparada de la película Solas, maravilla cinematográfica dirigida por Benito Zambrano. En realidad, ese film era el prácticamente debut en la gran pantalla de Ana Fernández, pues antes tan sólo había trabajado en algún episodio televisivo, en un cortometraje y en un papel ínfimo en la película Yerma (1998). Tras la película de Zambrano, el nombre Ana Fernández se hizo conocido de la noche a la mañana, pues había sabido encarnar como nadie la soledad, el dolor y también la esperanza de su personaje. Hasta el propio Pedro Almodóvar quedó sobrecogido por esta sorprendente película sobre la maternidad, de modo que declaró que había sido la mejor película que había visto en 1999. “Lo que ha pasado con Solas ha sido como un milagro”, declaró la actriz.
Poco se sabe de su vida privada, salvo que nació en Valencina de la Concepción, municipio de Sevilla, el 19 de mayo de 1963. Además de dedicarse a actuar frente a la pantalla, también trabajó en sus inicios prestando su voz como actriz de doblaje. Tras el éxito de Solas, por la que la actriz logró el Premio Goya a la Mejor Actriz Revelación, empezó a ser solicitada por directores de prestigio. Seguidamente rodó otro film de gran interés, dirigido en el 2000 por Patricia Ferreira. Se trata del drama Sé quién eres, en el que compartía protagonismo con el argentino Miguel Ángel Solá. Ese mismo año trabajó en la pequeña pantalla, primero para el telefilm fallido María: madre de Jesús y posteriormente para la serie televisiva Policías, en el corazón de la calle, que tuvo una audiencia aceptable.
Pero las cosas cambiaron de rumbo cuando fue llamado por José Luis Garci, uno de los directores españoles más prestigiosos, y pasó a engrosar el reparto de su notable melodrama You're the One (Una historia de entonces). La actriz sevillana bordó el papel de Pilara, de modo que fue nominada para el premio Goya. Al año siguiente trabajó en el film italiano Malefemmene, con guión también de José Luis Garci y el protagonismo de Giovanna Mezzogiorno. El idilio con el director madrileño cuajó definitivamente en 2002, cuando volvió a llamarla para, esta vez sí, protagonizar la romántica Historia de un beso. Ana salió airosa –con nueva nominación al Goya–, si bien es cierto que su personaje era algo teatral y no cuadraba muy bien su amor con Alfredo Landa. Ese mismo año se atrevió con el thriller criminal Reflejos (2002), pero sobre todo dejó su impronta en dos de las películas más importantes de su filmografía: los dramas Hable con ella, de Pedro Almodóvar, y En la ciudad sin límites, de Antonio Hernández. En 2004 volvió a colaborar con Garci al engrosar el variadísimo reparto de Tiovivo c. 1950 y al año siguiente filmó con Laura Maña la rara comedia Morir en San Hilario, impregnada de realismo mágico.
A partir de entonces, Ana Fernández no ha tenido mucha suerte con los papeles que ha elegido, de modo que su filmografía se ha ido diluyendo en papeles secundarios en series y telefilmes sin demasiado empuje. Destacan de entre sus trabajos más recientes Lola, la película, y la simpática serie de televisión Los protegidos, junto a Angie Cepeda.