
Terence Stamp
84 añosPremios: 0 Oscar (más 1 premios y 1 nominaciones) Ver más
La estrella fugaz vuelve a brillar
Terence Stamp inició su carrera siendo una gran estrella. La popularidad dio paso a un período de retiro en el que permaneció alejado de la profesión. Con los años volvió, y desde entonces ha continuado trabajando para convertirse en un prestigioso secundario.
Terence Stamp nació el 22 de julio de 1938 en Londres. Cuando era pequeño su madre lo llevó al cine a ver una película que le dejó las cosas muy claras: de mayor quería ser como Gary Cooper en Beau Geste. Con esta vocación tan temprana, pronto comenzó su carrera como actor sobre las tablas. Durante estos años de teatro, Stamp fraguó una gran amistad con Michael Caine, compañero de faena sobre los escenarios. Su debut en el cine fue como secundario en 1962 en el drama protagonizado por Laurence Olivier Escándalo en las aulas. Justo después disfrutó de un papel de más relevancia en La fragata infernal (1962). Su composición de un marinero que mata por error a un superior, le sirvió para obtener su única nominación al Oscar. Su carrera empezaba viento en popa a toda vela, aunque durante tantos años en la profesión, se puede decir que en más de una ocasión ha perdido el rumbo.
La década de los sesenta fue su momento. Terence se hizo famosísimo. A esta popularidad contribuyeron títulos como El coleccionista (1965), donde su papel de psicóptata fue premiado en Cannes, o Lejos del mundanal ruido (1967). Fueron años en los que tuvo la ocasión de trabajar para grandes nombres del cine como William Wyler, John Schlesinger o Pier Paolo Pasolini. Un tiempo de plenitud que culminó con un curioso parón. Entre 1970 y 1975 Stamp estuvo desaparecido en combate. Se desvinculó de su vida y vivió en lugares como Ibiza, Japón e India. En el país de Bollywood se encontraba, cuando decidió volver a su vida de actor. Fue en Hu-Man (1975), una cinta menor de ciencia ficción. A partir de este momento ha tenido una carrera ininterrumpida, en la que se repite una constante: títulos y cineastas de entidad emergen entre un maremagno de cintas menores de escaso interés y de difícil catalogación.
Richard Donner fue quien le devolvió parte de la popularidad que había tenido en décadas anteriores. El cineasta le ofreció ser el malvado General Zod, uno de los enemigos más acérrimos de Superman (1978). Repitió papel en la secuela y aunque el paso de los años puede hacer que resulte un tanto ridículo su modelito negro estilo bombacho de Aladino y su barbita recortada, es muy cierto que compuso a la perfección al malvado que todo superhéroe necesita. Habían llegado los ochenta, una época en la que Terence tuvo que hacer frente a la muerte de su madre. El suceso le afectó profundamente y un amigo le recomendó que escribiera algo sobre ella. Ese algo se convirtió en una completa trilogía autobiográfica donde Stamp puso toda la carne en el asador.
Entre los títulos de interés que Terence acumuló a la vuelta de su retiro destacan The Hit (1984) de Stephen Frears, Wall Street (1987) de Oliver Stone o El halcón inglés (1999) de Steven Soderbergh. Esto no quiere decir que el resto de las películas que hizo fueran todas horripilantes. Hay títulos interesantes como Beltenebros (1991) de la española Pilar Miró, o Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994), donde interpretó a un maduro y bastante borde ‘drag queen’.
Con el paso de los años Stamp había dejado clara una cosa: había nacido para interpretar a personajes de lo más borde. Sin tener que ser necesariamente el malo de turno, Stamp consigue ser muy intimidante cuando tiene un papel de alguien seco y desagradable. Dicen las malas lenguas que en persona no es precisamente unas castañuelas, algo que hasta que Zod no venga a España, no podré confirmar. Así pues, incluso cuando ha hecho comedia, ha interpretado a personajes intimidatorios. Sirvan como ejemplo La hija de mi jefe (2003), La mansión encantada (2003) o la reciente Di que sí (2008), donde ha encarnado a un peculiar experto en autoayuda.
Su reencuentro con el gran público en Superman supuso el inicio de una nueva faceta en la carrera de Stamp. El otrora gran estrella del celuloide iba a convertirse en un secundario de lujo. Así lo demostró en Superman y así lo volvió a hacer en La amenaza fantasma (1999), donde interpretó al malvado canciller Valorum. Esto ha seguido sucediendo en títulos como Elektra (2005), Wanted (Se busca) y Superagente 86 De película (2008). Independientemente de la calidad del título, Stamp ha conseguido ser imprescindible. Es un auténtico lujo disfrutar de los minutos que tiene en escena, como demuestra en su último trabajo: Valkiria. A las órdenes de Bryan Singer, Stamp se ha convertido en Ludwig Beck, un militar nazi crítico con el gobierno de Hitler, que fue quien incubó la idea de acabar con el Führer.
En el terreno de las curiosidades ocupa un lugar destacado la serie de televisión Smallville. Stamp ha participado en algunos de los capítulos donde ha interpretado a Jor-El, el padre de Superman. Es decir, el general Zod convertido en el papá de su peor enemigo. En el terreno sentimental, la popularidad le proporcionó a Stamp más de un romance sonado. Sin embargo, sólo se ha casado una vez y fue en 2002, con Elizabeth O'Rourke. El matrimonio se acabó en 2008. Es decir, que ha vivido su extensa carrera siendo uno de esos solteros de oro del mundo del celuloide. Ahora tiene 69 años y nada hace sospechar que vaya a dejar la interpretación. Ojalá quede general Zod para rato.
Premios
Nominado a 1 premio
- Actor de reparto La fragata infernal
Ganador de 1 premio
- Actor principal El coleccionista
Artistas relacionados
Filmografía
Las aventuras de Priscilla, reina del desierto
1994 | The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert