
Radha Mitchell
49 añosRubia constante
Aunque ha tocado muchos palos esta guapa actriz australiana se siente cómoda en las películas de con buenas dosis de acción y misterio, con leve terror. Es la atmósfera donde mejor se mueve.
Hay actrices que tardan una eternidad en saltar a la fama. No le ocurrió eso a Radha Mitchell, quien siguiendo unos patrones bastante razonables ha llegado a ser conocida por el gran público de modo progresivo pero sin alcanzar por ninguna de sus películas el “status” de gran estrella. Sin embargo, es una notable actriz, que sabe cómo interiorizar a sus personajes para hacerlos vulnerables al espectador, verosímiles en sus historias.
La madre de la futura actriz, modelo de profesión, era una entusiasta de la cultura india y de los dioses hindúes cuando su hija nació, de modo que le puso el nombre Radha, esposa del dios Krishna, seguido de Rani, término que significa reina en varias lenguas. Pero ahí no quedó la cosa... Radha Rani Amber Indigo Anunda Mitchell –su nombre completo– nació en Melbourne el 12 de noviembre de 1973. Con el tiempo se ve que la influencia de la cultura oriental ha quedado en la familia, ya que Radha practica el yoga y es vegetariana. Ya desde jovencita, en el colegio y en el instituto, actuó en varias obras teatrales y muy pronto quiso ser actriz. Con tan sólo 15 años obtuvo un pequeño papel en la serie Sugar and Spice. Poco a poco apareció en otras producciones de la pequeña pantalla, entre las que destaca Mi viejo rockero (1992) y sobre todo Vecinos, teleserie de éxito australiana en donde actuó entre los años 1994 y 1997. En el cine debutó con éxito en la desenfadada comedia Amor y otras catástrofes (1997), junto a la actriz Frances O'Connor.
Y entonces decidió largarse a vivir a Los Ángeles y probar fortuna en Hollywood. Radha era joven, guapa y tenía talento. Pronto iba a descollar. En Estados Unidos debutó en 1998 con dos películas de alto voltaje sexual y en concreto con contenido gay y lésbico. En High Art, dirigida por la activista Lisa Cholodenko, era una joven que era seducida por las amistades de su vecina lesbiana, y en el oscuro drama Cleopatra's Second Husband era presa de relaciones morbosas. En el 2000 fue dirigida por Marc Forster en el drama Un grito en la noche, y el mismo año encontró un nuevo enfoque en su carrera con la exitosa aventura de ciencia ficción Pitch Black. En ese entretenido film de acción y terror formó pareja con el entonces desconocido Vin Diesel, y ambos se harían familiares entre el público.
Radha siguió por el camino del thriller con Cuando aparecen los extraños (2001) y formaría parte del gran elenco del estupendo telefilm Rebelión en Polonia (2001), dirigid por Jon Avnet. Y tras una levísima aparición en el adrenalítico thriller Última llamada (2002), saltaría definitivamente a la palestra con las tres películas que estrenó en 2004. En El fuego de la venganza era la madre sufriente de Dakota Fanning, secuestrada en México y buscada hasta la extenuación por un implacable Denzel Washington. En Descubriendo Nunca Jamás era la esposa fría y distante que no comprendía el mundo de su marido, J.M. Barrie, creador de Peter Pan. Y en Melinda y Melinda fue escogida nada más y nada menos que por Woody Allen para engrosar su lista de rubias e interpretar a la protagonista en dos personajes contrapuestos según el punto de vista de quienes contaban la historia. Se dice que la actriz recibió directamente en su móvil una llamada de Woody Allen ofreciéndole el papel. Y que ella pensó que era una broma hasta que un buen día recibió el guión.
En los dos años siguientes se tomó un respiro y trabajó menos. Mozart y la ballena (2005) era una excéntrica historia de amor en clave de comedia, protagonizada por un hombre y una mujer que padecen el Síndrome de Asperger. Y en 2006 fue la heroína de la adaptación cinematográfica de un videojuego de terror de enorme éxito mundial, Silent Hill, cuya segunda parte rodaría en 2012. Luego, tras la fallida y desfasada El juego del amor, se apuntó a la acción de serie B con terror animal en la entretenida El territorio de la bestia. En ese film regresaba a su Australia natal, en donde se las veía con una enorme criatura en forma de cocodrilo gigante.
En los siguientes años, Radha compaginó las películas de escaso interés –la comedia dramática El milagro de Henry Poole (2008) o el thriller The Code (2009)– con otras meritorias y de temáticas diversas. Así fue una heroína en Los niños de Huang Shi (2008), ambientada en 1937, durante la Guerra chino-japonesa; se apuntó a la ciencia ficción en Los sustitutos (2009), junto a Bruce Willis o fue presa del más puro terror en The Crazies (2010). Y tras filmar la familiar Standing Up, en 2013 ha estrenado Big Sur, adaptación de la novela de Jack Kerouac.