
Aaron Eckhart
55 añosActor de cinco tenedores
Capaz de satisfacer con sus interpretaciones a los paladares más exigentes, prepara sus papeles con tanto esmero como su personaje cocina sus recetas en Sin reservas, el film donde actúa junto a Catherine Zeta-Jones, uno de los platos fuertes del cine actual. Por el momento, crece como actor a cada nuevo trabajo, y se labra el reconocimiento golpe a golpe y verso a verso, como diría Antonio Machado. Es tan versátil que interpreta con igual convicción a un misógino que a un romántico empedernido. Aaron Eckhart despunta cada vez más, y todo indica que gracias a su probado talento, con el tiempo será uno de los actores de moda.
Nacido el 12 de marzo de 1968 en Cupertino (California), Aaron E. Eckhart es hijo de un ejecutivo de una empresa informática y de una escritora especializada en libros infantiles. Durante su infancia, su familia se trasladó a diversos países, como Inglaterra y Australia. Tras finalizar sus estudios en el instituto, se matriculó en interpretación en la Brigham Young University, de Utah. Allí se hizo muy amigo de uno de los estudiantes más brillantes, Neil LaBute, que posteriormente se convertiría en un consagrado dramaturgo, guionista y cineasta, que sería fundamental en su carrera.
En un principio, Eckhart se estableció en Nueva York, en busca de fortuna en el teatro de Broadway, pero se dio cuenta de que era muy difícil abrirse camino allí. “Cuando empezaba a abrirme camino en el campo de la interpretación sólo pensaba en el teatro neoyorquino, pero no tuve mucha suerte. Me di cuenta de que en Los Ángeles intentan triunfar muchísimos actores, más que en Nueva York, pero que éstos tienen más oportunidades, porque se ofertan muchos papeles. Por eso decidí fijar ahí mi residencia”, recuerda el intérprete. Y lo cierto es que encontró algún trabajillo, en anuncios publicitarios y en el telefilm Double Jeopardy, donde su presencia era episódica. Tampoco tenía mucho papel en el trhiller Huellas criminales, su debut en el cine. Sólo despuntaría cuando su viejo amigo Neil LaBute le eligió para protagonizar el brillante film independiente En compañía de hombres, donde bordaba a su personaje, Chad, un yuppie machista y frustrado que, con su amigo del alma, urde seducir y engañar a una sordomuda, compañera de la oficina, para reírse de ella. A la buena acogida del fim en Sundance, donde ganó el Trofeo de los Realizadores, se debe sumar el Premio Independent Spirit que recibió Eckhart al actor revelación.
Satisfecho con su labor, LaBute volvió a dar al actor un papel principal en su siguiente trabajo, Amigos & vecinos, brutal disección de la amoralidad en las relaciones de pareja en la sociedad actual. Tuvo que ganar varios kilos para interpretar a Barry, que de todos los personajes masculinos es el que tiene más seguridad en sí mismo, pero que ha hecho muy infeliz a su mujer por su hábito de masturbarse. Convertido en actor fetiche del realizador, éste le dio a elegir cualquiera de los personajes de su brillante comedia Persiguiendo a Betty. Curiosamente, eligió uno tan breve como difícil, el repulsivo individuo metido en negocios de drogas que estaba casado con la protagonista, una camarera aficionada a los culebrones televisivos que interpretaba Renée Zellweger. También protagonizó a sus órdenes el fallido drama Posesión, donde era un estudiante que investigaba la vida de un escritor, y encontraba una carta suya en la que narraba su relación con otra famosa autora. En Wicker Man, el peor trabajo de LaBute, la intervención de Eckhart es anecdótica.
Gracias a sus trabajos con LaBute, a Eckhart no le han faltado después papeles de entidad, en géneros tan variopintos como el thrilller (Jueves) y el drama romántico (Molly). Le fue bien en además el drama deportivo, pues Oliver Stone se fijó en él para interpretar a uno de los secundarios de Un domingo cualquiera, donde era un ayudante técnico del entrenador, Al Pacino, y un firme candidato a sustituirle. Llamaba más la atención en Erin Brockovich, donde sorprendió a propios y extraños interpretando a George, un motero de aspecto macarra, que acababa ganándose el corazón de la protagonista por su corazón bondadoso, y su clara vocación paternal.
Otro brillante actor, Sean Penn, le dirigió en El juramento, donde encarnó a Stan Krolak, un detective excesivamente blando, en palabras de su compañero, Jack Nicholson, a quien le correspondía el personaje central, un recién jubilado obsesionado por encontrar a un asesino. Después, a Eckhart le ofrecieron encabezar por primera vez el reparto de un “blockbuster”, El núcleo, cinta de ciencia ficción de Jon Amiel, donde era un brillante físico que se sumaba a una expedición al centro de la Tierra, en un vehículo perforador.
Celoso de su intimidad, poco se sabe de su vida personal. Hasta 1998 estuvo ligado sentimentalmente a la actriz Emily Cline, a la que conoció durante el rodaje de la citada En compañía de hombres. El intérprete ha conocido lo que supone estrellarse en las taquillas, con el western Desaparecidos, y el thriller de ciencia ficción Paycheck. Pero justo a continuación del prescindible thriller Sospechoso cero, recuperó nuevamente todo el prestigio con la irónica tragicomedia de Jason Reitman Gracias por fumar, donde realizaba una de las interpretaciones más complejas de su carrera, en el rol del cínico portavoz de una tabaquera, capaz de inventar inteligentes argumentaciones para lavar la cara de su empresa. “Es exactamente el tipo de film que más me interesa, con mensaje, pero también una clara vocación de divertir al espectador. Nick Naylor, mi personaje, es un tipo brillante, pero a la vez tan políticamente incorrecto que su actitud produce risa”, comentó el actor sobre su trabajo en esta película. Justo a continuación interpretó a un policía de los años 40 en La dalia negra, un thriller de Brian de Palma que el actor protagonizó junto a Josh Hartnett y Scarlett Johansson.
También ha tenido tiempo Eckhart de triunfar en el teatro, sobre todo cuando coprotagonizó ‘Oleanna’, con Julia Stiles, en un teatro londinense. Pronto, le veremos interpretando a Harvey Dent, y su alter ego, Dos Caras, uno de los villanos de Dark Knight, la nueva entrega de Batman dirigida por Christopher Nolan. “Creo que voy a sorprender al público, porque, aparezco con media cara desfigurada. Como su propio nombre indica, mi personaje tiene dos caras, pues por un lado es la némesis del héroe, pero también tiene aspectos muy similares a él, que he intentado potenciar para que haya una gran tensión dramática entre los dos”, ha adelantado Eckhart sobre esta esperadísima cinta.