
Van Johnson
92 años ()El galán jovial
Rubio y atlético, de apariencia jovial, Van Johnson se convirtió en una gran estrella durante la Segunda Guerra Mundial, y a lo largo de las décadas de los 40 y 50 fue un rostro habitual del cine, el teatro y la televisión. El intérprete de títulos tan inolvidables como Brigadoon y El motín del Caine falleció a los 92 años de edad, el viernes 12 de diciembre de 2008.
Nacido en Newport, Rhode Island, el 25 de agosto de 1916, Charles Van Johnson era hijo de un humilde agente inmobiliario. Desde pequeño sentía fascinación por la interpretación, y pedía a su familia que le llevaran a ver a las compañías teatrales que pasaban de gira por su localidad natal. En 1934, y recién terminados sus estudios de secundaria, metió todas sus pertenencias en una maleta y se fue a probar fortuna a Broadway, a donde llegó con sólo cinco dólares en el bolsillo. Enseguida le ofrecieron papeles de figurante y de chico del coro, en musicales como "Too Many Girls", que posteriormente fue llevada al cine por George Abbott, el mismo que la había montado en el teatro, y que mantuvo a Johnson en el elenco, lo que supuso que el joven debutara en la gran pantalla. El chico quedaba tan bien que MGM se apresuró a ofrecerle un contrato, y a darle el papel protagonista de Murder in the Big House, desconocido subproducto de acción y aventuras.
A Van Johnson le llegó su gran oportunidad cuando le contrataron como secundario en Dr. Gillespie's New Assistant, entrega de una serie de filmes de gran éxito en aquella época, en la que Lionel Barrymore interpretaba a un doctor. Tras el abandono del actor Lew Ayeres, Johnson se convirtió en el nuevo ayudante del protagonista, Randall Adams, que volvería a aparecer en Dr. Gillespie's Criminal Case y Entre dos mujeres. También fue secundario en La comedia humana, una exitosa cinta protagonizada por Mickey Rooney.
Por aquella época, el intérprete sufrió un grave accidente de automóvil que a punto estuvo de costarle la vida. Salió adelante gracias a que le pusieron una placa de metal en el cráneo, lo que le dejó una cicatriz en la frente e impidió que le reclutaran para combatir en la II Guerra Mundial, cuando Estados Unidos entró en el conflicto. Aprovechó que se había quedado en casa para abrirse camino en el mundo del cine, en películas bélicas con una enorme carga propagandística antijaponesa, como El piloto número 5 y sobre todo 30 segundos sobre Tokio, uno de los grandes éxitos de la época, donde compartía la pantalla con Robert Mitchum y Spencer Tracy. Destaca también el excelente drama romántico Dos en el cielo, donde también estaba Spencer Tracy, que era un piloto muerto durante un bombardeo, que se reencarna en ángel guardián de otro piloto (Johnson), al que ayuda a conquistar a la que fue su novia en vida. Este film dio lugar a Always (Para siempre), un remake dirigido por Steven Spielberg. Johnson y Tracy también protagonizaron la mítica El estado de la unión, de Frank Capra.
Al acabar la guerra, Johnson era una megaestrella que triunfaba con títulos como Mamá es mi rival, Tres hombres llamados Mike, o Sublime decisión, junto a Clark Gable. En 1947 se casó con Eve Lynn Abbott, con quien tuvo una hija, aunque acabó divorciándose en 1968.
Johnson mantuvo el estrellato en la década de los 50, protagonizando el musical de Vincente Minnelli Brigadoon, adaptación de un gran éxito de Broadway, en el que junto a Gene Kelly va a parar a una pequeña aldea anclada en el siglo XVIII, que no aparece en los mapas. En El motín del Caine era uno de los oficiales que toman la difícil decisión de relevar a su neurótico capitán (Humphrey Bogart) del mando. Encarnó a un escritor estadounidense que vivía un romance con Deborah Kerr, la esposa de un funcionario británico, en Vivir un gran amor, adaptación de una novela de Graham Greene. Se le dio muy bien interpretar a escritores, pues también fue una joven promesa literaria abocada al fracaso, en La última vez que vi París, donde vivía un romance con Elizabeth Taylor, tras la II Guerra Mundial. En A 23 pasos de Baker Street era un famoso dramaturgo ciego, que escucha una conversación sospechosa en un pub, y acaba investigando un turbio asunto.
Al final de su carrera, le ofrecían papeles poco interesantes, por lo que decidió alternar el cine con numerosas obras teatrales, y apariciones en series televisivas, como El virginiano, Se ha escrito un crimen o Vacaciones en el mar. Entre sus últimos trabajos destaca La rosa púrpura del Cairo, de Woody Allen, donde era un personaje atrapado en la pantalla.