
Adriana Ozores
63 añosPremios: 1 Goya Ver más
Cómica y dramática
Actriz de gran versatilidad interpretativa. Capaz de encarnar a mujeres de todo tipo, ha triunfado tanto en comedias muy a la española como en películas de alta tensión dramática.
Respecto a su talento, está claro que algo tiene que ver su apellido. Pertenece al clan de los Ozores, una familia muy conocida del cine español. En concreto, es hija de José Luis Ozores, mítico actor de Los ladrones somos gente honrada o El tigre de Chamberí, entre otras muchas películas entrañables de la España de posguerra. Y es sobrina de Antonio Ozores –despiporrante secundario caracterizado por ese hablar abrupto y tan alocado que no se le entendía nada– y del director y actor Mariano Ozores (Dos chicas de revista). Además es prima de Emma Ozores, quizá la artista la menos conocida de la familia.
Adriana Ozores nació en Madrid el 21 de mayo de 1959. A los nueve años murió su padre y a cuando cumplió veinte años comenzó sus pinitos como actriz gracias a su tío Mariano. Trabajó con él en películas de medio pelo, con argumentos simples y verdulescos, con actores como Fernando Esteso y Andrés Pajares. De esa primera época son Los energéticos, Los chulos o Cristóbal Colón, de oficio... descubridor, en donde también coincidió con su tío Antonio. En 1984 dio un salto de calidad con Los zancos, de Carlos Saura, si bien Adriana tenía sólo un pequeño papel. Seguidamente se interesó por las series de televisión, en donde participó, entre otras en Turno de oficio (1986). Aunque desde sus comienzo compaginó el cine con el teatro, fue por esta época cuando empezó a destacar más sobre las tablas, con trabajos importantes para “Bajarse al Moro” y sobre todo para clásicos como “La celestina”, “El alcalde de Zalamea” o “El vergonzoso en palacio”. A finales de la década de los 90 regresaría con fuerza al cine, pero nunca dejaría del todo el mundo del teatro.
En esta segunda época de su carrera Adriana es una actriz mucho más madura a la hora de elegir sus papeles en la gran pantalla. Así en 1998 destaca en La hora de los valientes, de Antonio Mercero, uno de los pocos filmes sobre la Guerra Civil española que no resulta tendencioso ni maniqueo. Por su trabajo, Adriana logró el Premio Goya y la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor actriz secundaria. También son de esa época las comedias de Miguel Albaladejo La primera noche de mi vida y Manolito Gafotas. Pero ese mismo año de 1999 la actriz probó con fortuna con su faceta más dramática en el thriller Plenilunio, en la más desenfadada Pídele cuentas al rey, con Antonio Resines, y en Cuando vuelvas a mi lado, su primera colaboración con la directora Gracia Querejeta. También participó en trece episodios de la serie Periodistas.
Ya en el nuevo milenio, Adriana Ozores ha demostrado que es una de las actrices más convincentes del panorama nacional. Especialmente interioriza como nadie situaciones angustiosas o preocupaciones cotidianas que entristecen el ánimo. Lo demostró con creces en los notables dramas en En la ciudad sin límites (2002), La vida de nadie (2002) o La suerte dormida (2003). En 2004 volvió a encontrar en su camino a Gracia Querejeta y rodó con ella la que seguramente es su mejor película hasta la fecha, Héctor. Y al año siguiente mantuvo el rol de los papeles serios con la original El método, en donde era una aspirante a un puesto de trabajo, y con Heroína, en donde encarnaba a una madre coraje que sufre la drogadicción de su hijo. Además, comenzó a interpretar al personaje de Lola en la serie de éxito Los hombres de Paco. Lo último que ha hecho es Nacidas para sufrir, una drama femenino que ha supuesto su tercera colaboración con Miguel Albaladejo.