
Eva Green
42 añosLa belleza indecente
¿Ángel o demonio? Atractiva hasta la extenuación, sus impactantes ojos verdes pueden resultar tan tentadores como los de la primera mujer, con la que comparte el nombre de pila. Eva Green se asocia al escándalo, y haciendo honor a su apellido incluso convirtió en un viejo verde al hasta entonces casto Tim Burton.
Pero por otro lado ha redimido al mujeriego por excelencia de la gran pantalla, James Bond, el agente 007. En cualquier caso, Eva Green ha dado muestras del suficiente talento como para llamar la atención de grandes realizadores.
Nacida en la capital francesa dos minutos antes que Joy, su hermana gemela, Eva Gaëlle Green es hija de la actriz francesa de origen argelino Marléne Jobert (Masculino, femenino), y de Walter Green, dentista sueco que trabajó ocasionalmente como intérprete de la pantalla, con un papel de importancia en Al azar, Baltasar, de Robert Bresson.
Estudió en American University, institución bilingüe donde aprendió a la perfección el inglés. De niña era tímida y reservada, y muy aficionada a la egiptología, tras una visita al Museo del Louvre que realizó cuando tenía 7 años. También se convirtió pronto en gran amante de la música, aprendió a tocar el piano, y hasta se lanzó a la composición de pequeñas piezas.
A los 14 años ya soñaba con convertirse en actriz, tras descubrir a Isabelle Adjani en Diario íntimo de Adele H. A su madre, que finalmente dejó la actuación para convertirse en escritora infantil, la idea de que fuera a seguir sus pasos profesionales le ocasionó un enorme disgusto, aunque con el paso del tiempo ha acabado aceptando la vocación de su hija.
Para lograr su objetivo, se preparó intensamente. Estudió interpretación en la Escuela de Arte Dramático de Saint Paul, en París, y perfeccionó su técnica en la Academia Douglas Weber, de Londres. Posteriormente se matriculó en dirección en la Escuela Tisch de Artes de la Universidad de Nueva York.
Con semejante formación, no le costó ser reclutada para montajes teatrales parisinos de caché. Incluso obtuvo una candidatura al premio Molière, el más prestigioso de la escena francesa, como actriz revelación, por "Jalousie en Trois Fax".
En los escenarios descubrió a Eva Green el prestigioso realizador Bernardo Bertolucci, que calificó su belleza de "indecente". Le ofreció un contrato para debutar en el cine como protagonista de Soñadores, pero la chica estuvo a punto de no aceptar, por consejo expreso de su agente y de sus padres. Por la intensa carga erótica del film, estaban preocupados de que le ocurriera lo mismo que a Maria Schneider, traumatizada el resto de su vida tras protagonizar a las órdenes del italiano la también subida de tono El último tango en París.
Finalmente, el cineasta persuadió a Green, prometiéndole un trato elegante y educado, a pesar de las numerosas secuencias de sexo y de desnudos del film. Además, Bertolucci quedó tan deslumbrado ante sus conocimientos musicales que acabó encargándole a la joven la banda sonora. Por su trabajo como una muchacha que se entrega a todo tipo de juegos psicológicos y sexuales con su hermano y un turista americano, en plenas revueltas de mayo del 68, obtuvo unas excelentes críticas y empezó a tener cierto reconocimiento, hasta el punto de que la ficharon para varias campañas publicitarias (ha llegado a rodar un anuncio de perfumes a las órdenes de Wong Kar Wai). "Se ha criticado la película por su carga erótica, pero creo que también tenía temas de fondo", alegó en su defensa la intérprete.
Tras encarnar a la condesa que encandilaba al protagonista en la cinta francesa Arsène Lupin, de Jean-Paul Salomé, Eva Green dio el salto al cine de Hollywood, con El reino de los cielos, de Ridley Scott, donde encarnaba a Sibila, hermana del rey Balduino de Jerusalén, en los tiempos de la Tercera Cruzada. Aparte de que su trabajo se vio perjudicado por la poca convicción del actor principal, Orlando Bloom, con cuyo personaje mantenía un romance, el papel de Green quedó bastante reducido (de hecho apenas aparece) cuando Fox obligó al realizador a aligerar cuarenta minutos de metraje para que el film durara dos horas.
Nunca se ha mudado a Los Ángeles como otros compañeros que buscan más posibilidades de trabajar en la meca del cine. "Mi base de operaciones está en Londres, mi corazón en París y mi trabajo en Hollywood. Pero no me olvido del cine europeo independiente que me hizo actriz. Además, no conduzco; así que, ¿qué iba a hacer en una ciudad como Los Ángeles?", ha declarado.
Eva Green obtuvo el mayor éxito de su carrera como Vesper Lynd, representante del tesoro británico que encandilaba a Daniel Craig, el nuevo James Bond, en 007 Casino Royale, reinicio de la franquicia del agente con licencia para matar. Supuso la aparición femenina más importante de la saga desde Ursula Andress, de quien heredó el personaje.
Curiosamente, volvió a coincidir con Craig (aunque no tenían escenas juntos) en La brújula dorada, desastrosa adaptación de una novela con airadas críticas al catolicismo de Philip Pullman. Interpretaba a una bruja que también iba a tener presencia en las dos continuaciones, pero el desastre en taquilla fue tan mayúsculo que (por suerte) nunca se rodaron.
Por desgracia, parece que Eva Green ha sufrido la maldición de las chicas Bond (salvo Kim Basinger y Jane Seymour pocas han hecho carrera en la gran pantalla). Reincidió en las relaciones incestuosas y la brujería en la serie Camelot, donde encarnaba a Morgana, la hermana del rey Arturo, y también fue una hechicera, que tenía un escarceo sexual con Johnny Depp, en Sombras tenebrosas, el peor film jamás rodado por Tim Burton. En los últimos tiempos se ha convertido en musa de las adaptaciones a la gran pantalla de los comics de Frank Miller, pues interpreta a la comandante de la armada persa Artemisia, en 300: El origen de un imperio, y a la mujer fatal Ava Lord, en Sin City: Una dama por la que matar.
Se resiste a hacer declaraciones sobre su vida privada. Eva Green mantuvo durante mucho tiempo una relación con el actor neozelandés Marton Csokas, al que conoció en el plató de su film con Scott. Pero rompieron en 2009, y posteriormente la actriz sólo ha dado pie a todo tipo de rumores, pues se ha llegado a publicar que tuvo un idilio con Depp, y que se casó en secreto con un desconocido.
Desafiando todos los tópicos de las estrellas, Eva Green se resiste a retocarse en el quirófano. "No estoy obsesionada con mi físico y me resisto a hacer dietas. Son un infierno. La comida es muy importante para mí", ha comentado.
Podría tener una nueva oportunidad para volver a la cima gracias a la televisión, pues Eva Green protagoniza con Josh Hartnett la serie de terror victoriano Penny Dreadful, cuyos primeros dos capítulos han sido dirigidos por el español Juan Antonio Bayona.